En una era donde la tecnología ocupa un lugar central en la vida cotidiana, el uso de las pantallas se ha convertido en un tema recurrente y de gran preocupación para muchas familias. Desde Rafaela Noticias, entrevistamos a la psicóloga Virginia Gariglio, quien abordó los beneficios y riesgos asociados al uso de dispositivos electrónicos en niños, así como las estrategias para fomentar un consumo saludable.
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Las ventajas de la tecnología: conexión y aprendizaje
Virginia destacó que la tecnología ofrece numerosas ventajas. “Nos mantiene conectados con personas que están lejos y facilita el acceso a la información, algo útil para los niños en actividades escolares o investigación,” explicó. Sin embargo, subrayó que el problema radica en el vínculo que se genera con las pantallas, que pueden llegar a ser adictivas.
El lado oscuro de las pantallas: riesgos emocionales y físicos
A pesar de sus beneficios, el uso excesivo de pantallas puede tener serias desventajas, especialmente en los niños.
- Retrasos en el desarrollo del lenguaje en niños pequeños debido a la falta de interacción activa.
- Limitación de habilidades sociales y comunicativas.
- Dificultades en la autorregulación emocional, exacerbadas por contenidos que promueven la agresividad y la competitividad.
- A largo plazo, la sobreexposición puede contribuir a la ansiedad, la depresión y otros trastornos psicológicos.
- Aumento en los casos de miopía infantil.
- Sedentarismo, que afecta el desarrollo motor.
- Alteraciones en el sueño debido a la estimulación cerebral continua provocada por la luz, el sonido y el movimiento de las pantallas.
Uso saludable de la tecnología
Según la licenciada, el rol de los adultos es fundamental para guiar a los niños hacia un uso responsable de la tecnología. Algunas recomendaciones incluyen:
- Evitar el uso de pantallas durante las comidas: Promover espacios de conversación y conexión familiar.
- Establecer horarios limitados: Combinar el uso de dispositivos con actividades creativas, como el dibujo, el juego al aire libre o la lectura.
- Supervisión activa: Utilizar aplicaciones de control parental para regular el contenido y dialogar con los niños sobre lo que ven.
- Evitar el uso de pantallas antes de dormir: Reducir la activación cerebral y preparar al cuerpo para el descanso.
Señales de alarma
La psicóloga también enumeró indicadores que pueden alertar a las familias sobre el uso problemático de la tecnología:
- Desinterés en actividades como el juego o la interacción con amigos.
- Irritabilidad o enojo cuando no pueden acceder a las pantallas.
- Cambios en los hábitos de sueño o aparición de miedos relacionados con el contenido visualizado.
Edad y tiempo de pantallas recomendado
Para la psicóloga Virginia Gariglio, la clave está en mantener un equilibrio y fomentar la conciencia tanto en adultos como en niños. “No se trata de demonizar la tecnología, sino de educar sobre su uso responsable. Cada familia debe adaptar estas pautas según su contexto, priorizando siempre el bienestar integral de los niños,” concluyó.