A veces cuando estamos resfriados, tratamos de controlar la enfermedad tomando algunas medidas pequeñas. Sin embargo, otras veces, esos pequeños cambios no son suficientes para tratar el cuadro. Entonces, vamos al médico, éste nos recete algún remedio y hacemos reposo hasta sentirnos bien.

En esta línea, parece que la Argentina se niega a ir al médico y que, hasta el momento, solo trata de combatir su enfermedad con remedios caseros. Informó Inversor Global

¿De qué enfermedad estamos hablando? Bueno, el país sufre un cuadro agudo de baja del consumo. Así es, a través de distintos indicadores se ha llegado a la conclusión de que los argentinos cada vez consumen menos, lo que obviamente no es una buena noticia dadas las condiciones actuales.

Cómo está la Argentina

El país experimenta algunos signos de reactivación pero, por otro lado, en algunas variables todavía no se muestra sólida. La construcción, por su parte, cerró marzo con un alza interanual de 10,8%, impulsada por el mayor nivel de obra pública y cierta reactivación del sector privado. Así cerró el primer trimestre con un alza de 1,8%.

El sector agropecuario también va viento en popa. La venta de maquinarias agrícolas subió 40% en el primer trimestre, mientras la facturación aumentó 88,8%, según datos del Indec.

Y así como hay buenas noticias, las hay malas…

La actividad industrial bajó 0,4% en marzo, la menor caída desde febrero de 2016 cuando descendió 0,1%, y cerró el trimestre con un retroceso de 2,4%.

Por el lado del consumo, la facturación por las ventas en supermercados y shopping crecieron en marzo por debajo de la inflación.

Qué pasa con el consumo

Desde que en la Argentina se disparó la inflación, aquellos que han estado en el poder se han preocupado por una consecuente caída en el consumo. Por eso, las ofertas, descuentos y cantidad de planes para comprar en cuotas se volvieron la vedette del show de consumo.

Tal vez te suenen programas como Ahora 12 o Precios Cuidados ya que seguramente los hayas utilizado. Bueno, esas iniciativas apuntan a estimular el consumo entre los argentinos y si bien, hasta hace algunos meses funcionaban, ahora también han registrado algunas bajas.

En esta línea, según Ámbito Financiero, si bien el uso de plásticos es un 10 por ciento más alto que el de 2016, en abril hubo un retroceso de cuatro puntos. Puntualmente, el plan Ahora 12 cae un 53% a nivel interanual.

Un relevamiento de la consultora CCR indicó que no repunta el consumo ya que retrocedió 5% en marzo y acumula 15 meses en baja. 

Según el informe, el mes cerró con una caída del 5% en unidades en la venta de alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza. 

Mientras que el dato más positivo es que “la caída en la demanda está mostrando cierta desaceleración y la baja de marzo fue la menor desde julio del año pasado”, sostuvo un matutino porteño.

En tanto, la información de CCR resalta que en marzo las ventas en los híper y supermercados registraron una caída del 5,3% en unidades, mientras que en el llamado canal tradicional -almacenes, autoservicios chinos, pequeños comercios- la baja fue del 4,7%.

Además, el uso de la tarjeta que hacen los argentinos se desaceleró levemente el mes pasado, al caer casi 4 por ciento en cantidad de transacciones respecto de marzo; y al achicar del 14 por ciento al 10 el crecimiento que venían alcanzando en comparación con igual época del año pasado.

El monto abonado por esta vía se mantuvo estancado, al mismo tiempo, y redujo su avance del 35% al 26% interanual, a un nivel ya inferior a la inflación acumulada.

Los datos privados, que publicó el diario Ambito, surgen de los registros que la tarjeta Visa distribuye mensualmente como información confidencial a los bancos. Esta compañía concentra hoy, en la Argentina, el 65% de los pagos que se hacen con plásticos. Sus informes revelaron un retroceso del 3% mensual en las transacciones con débito y del 4,6% en las de crédito (así, la expansión se redujo de 15% a 13% interanual y de 10% a 7%, respectivamente).

Los bancos siguen con preocupación estas cifras, en un momento en que algunos funcionarios del Gobierno suelen desestimar públicamente la caída del consumo. Y que llegan a considerar que las mediciones que hace el INDEC en supermercados y shoppings, son poco representativas porque no incluyen a los centros mayoristas ni a los pequeños comercios.

Los números de Visa no parecen mostrar una realidad muy diferente a la del INDEC. Reflejan que, en abril, no sólo cayó 3% la cantidad de transacciones con débito sino que se estancó el montos de financiamiento. De acuerdo con esto, en este mes las familias no sólo decidieron moderar sus gastos en los comercios sino que, simultáneamente, optaron por acudir con menor frecuencia a los centros de compra.

A esto se le suma un drástico cambio de hábito en el consumo que se percibe desde febrero, cuando el Gobierno forzó a los comercios a “transparentar” los costos de financiamiento para evitar engaños sobre las cuotas sin interés.

También Precios Cuidados sufrió modificaciones debido a la baja del consumo. El Gobierno tuvo que ampliar la cantidad de productos que incluye la lista. Por otro lado, más allá de que el programa Precios Cuidados no es una solución a largo plazo contra ese fenómeno, existe otra polémica que gira en torno a esta iniciativa. Si querés conocer de qué se trata, no dejes de ingresar a nuestro Informe Especial gratuito confeccionado especialmente para vos.