El vínculo entre los gobiernos local y provincial ha ido evolucionando desde el arribo del FPCYS a la gobernación. Aquel vínculo poco estrecho y hasta nos atrevemos a decir tirante entre el gobierno de Binner y Perotti, fue modificándose en parte durante la gestión de Antonio Bonfatti con Castellano al frente del Municipio y parece haber alcanzado un sano equilibrio desde el arribo de Miguel Lifchitz.

Si bien algunos temas pudieron generar ciertas rispideces en los primeros momentos, lo cierto es que desde la gobernación, incluyendo al gabinete provincial se han escuchado y tratado de dar respuesta a las necesidades de nuestra ciudad, en los últimos tiempos. Aquel reclamo por no colocar a Rafaela entre las localidades más importantes de la provincia en cuanto a brindar el apoyo provincial pareciera haber sido escuchado finalmente. Muestra de estos se ha dado en el ámbito de la seguridad con innumerables operativos y allanamientos en torno al comercio de estupefacientes y a la prevención de delitos.

El refuerzo de las políticas de Estado tanto en salud como educación y seguridad, También son un hecho. Importantísimas obras como la construcción de un Hospital de alta complejidad en la ciudad, la reparación de instituciones educativas públicas, la instalación de la policía comunitaria en barrio Fátima, el desvío de tránsito pesado, el Centro Territorial de Denuncias y las refacciones en el hogar de menores madres (HOMEMA) se alzan como logros consensuados entre ambos gobiernos, en las que se han otorgado importantes fondos de financiación.

Ojalá con el avance del tiempo esta relación municipal-provincial pueda potenciarse en otro ámbitos y puedan incorporarse al dialogo otras áreas, como por ejemplo la de Desarrollo Social en la que el trabajo conjunto se torna indispensable para poder dar respuesta a un momento sumamente complejo y donde la suma de esfuerzos parece ser el único camino para poder sanear situaciones de alta vulnerabilidad que se viven en diversos sectores de la ciudad y cuya postergación contribuye a acentuar las dificultades en otros tantos aspectos.

Solo el trabajo en conjunto entre los dos niveles de gobiernos puede redundar en beneficios concretos y visibles para toda la sociedad rafaelina.