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Locales

Presentaron el libro "Ero Borgogno, el último domador de dinosaurios"

En el autódromo y junto al comienzo de la actividad mecánica, se presentó el libro que resume la trayectoria del icónico dirigente del automovilismo de Atlético.

Con rugido de motores de fondo, como no podía ser de otra manera. Con muchos invitados que llegaron hasta el espacio verde del natatorio, en el que mucho tuvo que ver el dirigente homenajeado, lugar elegido para la presentación. Y con presencias de lujo, de las que forman parte de la historia grande del automovilismo nacional: Néstor Jesús García Veiga y Marito García, legendarios pilotos de los años '60 y '70 que supieron ser amigos de Ero Borgogno.

La ocasión fue este sábado, oportunidad en que se presentó el libro "Ero Borgogno, el último domador de dinosaurios", un trabajo basado en los archivos del propio Ero, compilados por su hijo Ricardo -toda la familia de Ero, hijas y nietos, estuvieron participando de la presentación- y escrito por el periodista Víctor Hugo Fux.

Hablaron para referirse a la ocasión los dirigentes de Atlético, el presidente Diego Kurganoff; el vicepresidente Silvio Fontanini y el titular de la Subcomisión de Automovilismo, Gustavo Belinde. Y también Ricardo Borgogno, quien recordó que la idea del libro se la impulsó Julio Litvak -también presente en el acto- y destacó los aportes que hicieron posible la publicación.

Marito García y Néstor Jesús García Veiga, leyendas del automovilismo nacional, presentes en el homenaje.
Marito García y Néstor Jesús García Veiga, leyendas del automovilismo nacional, presentes en el homenaje.

Luego, los expilotos García y García Veiga dialogaron con Víctor Fux, narraron anécdotas y vivencias -García Veiga fue ganador de las 500 Millas- de las carreras en Rafaela y de su relación con Borgogno.

El libro podrá ser adquirido por los interesados sin costo, sólo con una colaboración a la Granja El Ceibo.

La presentación se hizo al aire libre, mientras de fondo sonaban los motores del TC rugiendo en "el último dinosaurio", como Ero llamaba al Templo de la Velocidad. Y fue como Ero hubiera querido: en un autódromo lleno, y con automovilismo del mejor del país desafiando los límites.

 

TC Libro EroBorgogno

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