En el marco de la política de protección de la vida que lleva adelante la gestión de gobierno local, el reordenamiento del tránsito es un factor de suma importancia, en tanto torna más previsible la circulación de vehículos y peatones, disminuye el riesgo de accidentes, facilita la accesibilidad a determinados sectores de la ciudad y agiliza la movilidad de los ciudadanos por la vía pública.
Dicho reordenamiento se viene aplicando en diferentes barrios de la ciudad, e involucra no solo el cambio de sentido de determinadas calles, sino también la incorporación de nuevos recursos de señalización, nomencladores, restricciones de estacionamientos, delimitación de carriles especiales (ciclocarriles y ciclovías), entre otras medidas.
Debido a la relevancia que estas intervenciones adquieren como medios de organización del tránsito y de cuidado de la vida, y a su incidencia en los hábitos y costumbres de los vecinos, deben llevarse a cabo de acuerdo a una planificación estratégica que incluye cuidadosos análisis en cada caso, a cargo de personal técnico y profesionales municipales capacitados para tal fin.
Dichos estudios toman en consideración las características del entorno, como por ejemplo la cercanía de escuelas o instituciones, que promueven la masiva afluencia de personas y vehículos, además de otras variables de incidencia en el sector a intervenir. También se realizan relevamientos fílmicos en los lugares con tránsito conflictivo, para determinar con datos precisos los problemas que concretamente se presentan; asimismo, se realizan conteos de flujo vehicular, se miden velocidades, se examinan diferentes visuales (visibilidad) desde diversos puntos, se toman en cuenta los anchos de las calles, entre otras observaciones.
Una vez evaluados todos estos factores, resta aún considerarse la repercusión que el cambio a introducir podría ocasionar a nivel global en el tránsito de la ciudad.
Es importante destacar que, complementariamente a estos procedimientos, se llevan a cabo reuniones y charlas con los representantes vecinales y los vecinos de los sectores en los que se debe intervenir, para escuchar sus opiniones, considerar sus aportes y consensuar los cambios. Es decir que cualquier nueva medida de ordenamiento vial se toma con el asentimiento de las vecinales y los ciudadanos directamente involucrados, tal como consta en los expedientes que originan los decretos de aprobación de dichos cambios.
Desde hace aproximadamente un mes, la Municipalidad de Rafaela, a través de un Plan de Jerarquización de Vías, está estudiando reordenamientos de tránsito en los barrios Independencia e Italia, siguiendo con los procedimientos técnicos y de diálogo arriba descriptos. Se trata de un proceso transversal que involucra diferentes áreas del estado local: la Secretaría de Desarrollo Urbano, Suelo y Vivienda, la Secretaría de Actividades y Servicios Retributivos, la Secretaría de Gobierno y Ciudadanía y la Coordinación de Vecinales.
También merece destacarse que se está trabajando en el reordenamiento del entorno de calle Luis Maggi, dado que su reciente pavimentación modificó sustancialmente las características del tránsito en los barrios Guillermo Lehmann y Fasoli.
