Como es tradición, este Viernes Santo se desarrolló en Rafaela, el Vía Crucis, que inició frente a la Catedral San Rafael y recorrió la Plaza 25 de Mayo. Una gran cantidad de fieles se acercaron a formar parte del momento de oración recordando La Pasión de Cristo, a través de las 15 Estaciones.
Al finalizar el recorrido, Mons. Pedro Torres, Obispo de Rafaela dejó un mensaje para todos los concurrentes en el que destacó el sentido de “darse” al prójimo.
“Jesús tiene sed de nuestro amor, tiene sed de donarse para nosotros, y lo sigue haciendo en cada eucaristía, tiene sed de regalarnos su espíritu, estaba a la puerta y llama, como dice el Apocalipsis, pero la puerta del corazón se abre por dentro” reflexionó. Y sumó “Tiene sed de que caminemos juntos, escuchándonos, comprendiéndonos, de que desde el corazón incluyamos a todos”.
En su testimonio frente a la Iglesia mayor de la ciudad, Monseñor Torres reconoció haber rezado por “todos y cada uno de los que peregrinan en la diócesis, y hoy especialmente he sentido la necesidad de rezar por los que no quieren rezar o por los que no han podido participar”.
En ese punto, y haciendo la salvedad de aquellos empleos considerados “esenciales” el Obispo dejó una crítica velada a los empleadores que no cerraron sus negocios “y no han dado posibilidad a sus empleados de vivir un Viernes Santo como se debe”.
Antes de cerrar, pidió que “vivamos un nuevo Pentecostés. Argentina necesita un nuevo Pentecostés que nos enseñe a caminar juntos sin pelearnos, esperando y comprendiendo que hay que hacer procesos, trabajando por los que necesitan pero sin agresiones, sin descalificaciones, sin despreciar al otro”.