En una extensa reunión que tuvo lugar en la mañana de este viernes, funcionarios locales y de la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia. El encuentro sirvió para que los concejales y los medios de prensa que tuvieron la oportunidad de seguir las alternativas del encuentro, conocieran de primera mano algunas situaciones puntuales que se registran en Rafaela y la región, pero también las políticas públicas que se llevan adelante, las limitaciones que se encuentran las instituciones para actuar, y otras cuestiones relacionadas con una problemática compleja y preocupante. Situaciones que colocan a muchos menores en el tránsito de un camino muy corto que los lleva de ser víctimas de una niñez llena de carencias de todo tipo a convertirse en victimarios de una sociedad que no entiende las razones por las cuales menores de edad que cometen 5,6,7 o más delitos sistemáticamente vuelven al seno de su familia. ¿Vuelven así nomás, hay acciones concretas para recuperarlos, alejarlos de los consumos, crear un marco nuevo para su desarrollo humano?

El tema es extraordinariamente complejo. Involucra vulneración de derechos de niños y adolescentes; abusos sexuales, malos tratos, consumos problemáticos de drogas, alcohol, ausencia familiar y la secuela de hechos de violencia protagonizados por menores, a veces en condición de victimarios y otras muchas en rol de víctimas.

En el Concejo estuvieron la secretaria de Desarrollo Social del municipio, Miryam Villafañe; la titular de la delegación local de la Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia, Jorgelina Donati; y Eliana Negro, del servicio local de atención a la niñez.

Situaciones dramáticas y preocupantes

Además de explicar aspectos legales relacionados con el abordaje de estas problemáticas, las funcionarias describieron algunas situaciones puntuales que son altamente preocupantes.

Por ejemplo, Donati reveló que en lo que va del año se registraron en la región Rafaela 6 casos de embarazos en niñas de 12 y 13 años, todas embarazadas en el marco de abusos sexuales.

También las funcionarias informaron que hay casos en donde adolescentes en conflicto con la ley penal viven en estado de vulnerabilidad total: pusieron el foco en un caso de un adolescente rafaelino de 17 años que no tiene familia, padece una discapacidad que limita sus posibilidades de relacionamiento social, consume drogas y no tuvo acceso a la educación en prácticamente ninguna etapa de su vida. Por supuesto tampoco tiene familia directa. "Nosotros, como Estado, tuvimos que hacernos cargo no del día a día de este chico, sino de hora a hora. Armamos una grilla de horarios para cada día de la semana para organizar la vida de este chico: a tal hora consulta médica, a tal hora escuela, a tal hora actividad física, a tal hora terapia....Todo lo armamos con la jueza de Menores, con las asistentes sociales y con el equipo de trabajo. No salimos a los diarios a contarles este tipo de abordajes puntuales, por eso nos duele que se diga que el trabajo no se ve. No se ve porque no podemos revelarlo para no generar una revictimización de las personas que sufren estas realidades", dijo Villafañe.

"Cada situación es única, cada estrategia es única, cada solución posible es única", planteó Jorgelina Donati. Las funcionarias se cruzaron con los ediles en algunos momentos de la reunión, sobre todo por la ansiedad de Lisandro Mársico, que planteó algo que muchos vecinos se preguntan: ¿qué se hace para que chicos de 13, 14 o 15 años vayan escalando en sus conflictos por la ley penal, hasta que haya situaciones tales como un chico de 14 años disparándole con una pistola 9 mm. a la policía, por ejemplo?

Para todos esos casos, se explicó que el trabajo social involucra a la familia completa. Porque en muchos casos hay dos o tres o más integrantes de la misma familia involucrados en delitos. Y también allí hay situaciones puntuales de éxitos y fracasos en esos abordajes. Claramente cuando el trabajo que se realiza con esas familias no alcanza, las consecuencias se observan en las noticias de este tipo de hechos que protagonizan menores de corta edad.

Chicos de la calle

También se dieron explicaciones sobre los casos de niños que se encuentran en distintos lugares pidiendo limosnas o vendiendo cosas. Se explicó que "en Rafaela no hay ningún niño en situación de calle, que no tenga un lugar adonde volver al final del día, o que no tenga familia. Hay chicos que están en la calle, que es otra cosa. Se trabaja desde el primer nivel, es decir, el municipio. Pero es muy difícil devolverlos a la casa cuando en la calle se hacen de dinero que le dan los adultos", señalaron.

Además, se aclaró explícitamente que no hay posibilidades de accionar legalmente sobre los padres o las familias de esos menores, ya que no están cometiendo delitos, incluso aunque se constate la vulneración de derechos tales como la obligatoriedad de la educación.