Con tres grados de sensación térmica a las 8 de la mañana y con una madrugada que dejó una helada visible en las zonas rurales, el ritmo de votación en las primeras horas fue modificándose a medida que el sol hizo sentir su tibieza en la mañana rafaelina. En la primera hora, alcanzaban los dedos de las manos para contar la cantidad de votantes en la mayoría de las mesas abiertas entre las 8 y las 8.45, horario en que se terminaron de conformar la totalidad de las mesas en todas las escuelas.
Lo más notable ante la falta de autoridades en algunos establecimientos -donde se ausentaron presidentes de mesa que debieron ser reemplazados por suplentes convocados sobre la hora- ocurrió en el Colegio San José, donde recién a las 8.55 se terminaron de abrir algunas mesas. En última instancia, se puede recurrir en estos casos a personas que están en la fila de espera para votar y que deben quedar asignados a la tarea de presidir su mesa de votación, como una carga pública.
En la Escuela Mahatma Gandhi y en la Bartolomé Mitre, de los barrios 17 de Octubre y San Martín respectivamente, durante una hora y media se observó muy poca afluencia de ciudadanos, aunque luego de las 10 de la mañana se incrementó ostensiblemente el ritmo y ya en algunas mesas se observaban filas de ciudadanos en espera. También a media mañana comenzó a ser más difícil estacionar cerca de las escuelas, lo que también es un dato revelador del aumento de afluencia de votantes, que para el mediodía y primeras horas de la tarde se espera sea bastante más intenso aún.
La mayoría de los electores demora con la categoría de diputados provinciales y de concejales, las más amplias y que por lo tanto requieren más esfuerzo para ser dobladas e introducidas en las urnas.