El Concejo Municipal de Rafaela aprobó, en una caliente sesión extraordinaria celebrada este viernes, el Presupuesto para el año 2024. Si bien el proyecto fue aprobado en general por todos los ediles, el principal punto de discusión, como ya se venía viendo en la previa, fue el controvertido artículo 7mo, que le otorga la facultad al Departamento Ejecutivo Municipal, de crear, modificar o suprimir programas en función de sus necesidades.
El encargado de fundamentar la posición oficial fue el concejal del PRO, Ceferino Mondino, que aseguró que “Las herramientas al Ejecutivo hay que dárselas tal como las pide”, en relación a la pretensión del PJ de modificar la redacción del cuestionado artículo para que los cambios que quiera introducir Leonardo Viotti al presupuesto, tengan antes la aprobación del Concejo.
Planilla de variables económicas en mano y con dardos al “kirchnerismo”, Mondino sostuvo la necesidad de aprobar el proyecto presentado, para poder garantizar una buena gestión, que recién lleva 19 días de gestión y que debe trabajar en una Rafaela que recibieron “muy deteriorada”.
Su compañera de bancada, Alejandra Sagardoy, apoyó a Mondino en sus dichos y sumó que el presupuesto que se estaba votando (artículo 7 incluido) es “una herramienta para la gestión”, a la que caracterizó de “prudente”, “realista” y “responsable”.
A su turno, los que cargaron las tintas fueron los ediles del Justicialismo, con Juan Senn a la cabeza, quien no dudó en disparar que el Concejo perdió las facultades de contralor del Ejecutivo. Y fue más allá al preguntarse, en otro tramo de su discurso, si con esta norma el cuerpo deliberativo de la ciudad se convertiría “en una escribanía”. “Bajamos las persianas del Concejo” dijo.
El cuestionamiento de Senn apuntaba a que hubo una ligera modificación al proyecto original, introducida por el propio oficialismo: se implantó en la redacción una oración que establece que los cambios que pretenda realizar el Ejecutivo deben informarse con siete días de anticipación al Concejo.
“Nos vamos a enterar por los partes de prensa que mandan a los medios” chicaneó Senn, quien arremetió contra sus pares al decir que “un año atrás [durante la gestión de Luis Castellano]ningún concejal hubiera votado este artículo”, en referencia a la oposición de ese entonces.
Martín Racca, en tanto, extendió la disputa un escalón más arriba: “somos fervientes defensores de la Democracia, queremos debatir. El artículo 7 no nos deja participar de esa discusión democrática”.
“Queremos seguir teniendo voz en las discusiones” disparó al pedir la palabra Valeria Soltermann, quien no tuvo reparos en decir que, siempre y cuando “se respete la potestad del Concejo, que es ejercer control sobre el Ejecutivo”, su bloque acompañaría los debates “en cualquier momento del año”.
María Paz Carusso, sacando chapa de exfuncionaria, también se sumó a los “bombazos” discursivos de su bloque. “En la gestión anterior le teníamos respeto al Concejo”, al tachar de “irresponsabilidad” la potestad del Ejecutivo de modificar los programas de gobierno sin la aprobación del Legislativo.
“Nadan en un mar de hipocresía”
El único que faltaba sumarse a la discusión era el verborrágico Lisandro Mársico, que se mantuvo estoico durante gran parte de los picantes cruces.
Con la euforia que lo caracteriza (y aclarando que podía intervenir ya que se trataba de un debate libre), el Presidente del cuerpo deliberativo prendió el ventilador y comenzó a disparar munición pesada contra el bloque y, por elevación, a la administración del exIntendente Luis Castellano, quien “arreglaba todo con una sonrisita y un abrazo”.
“Dejaron una administración colapsada” refirió el dirigente del PDP, quien no dudó en enumerar varias de las denuncias que realizó durante varios años por deficiencias e irregularidades en tiempos de Castellano, ante la atónita mirada de los ediles del PJ, que sólo atinaron a pedir que se retracte al tacharlos de hipócritas, algo que no ocurrió, al menos en público.
Votación dividida
Tras el intercambio de palabras, epítetos y chicanas, los Concejales pusieron punto final al debate y pasaron a votar la ordenanza, la cual fue aprobada tal y como había llegado al reciento en la mañana de hoy. Sólo con la salvedad de que el PJ votó a favor en general, y en contra del artículo 7, algo meramente declarativo.
La Ordenanza actualiza las cifras para las licitaciones, compras directas y concursos de precios y también la adhesión a la ley de Obras Menores aprobada por la Legislatura provincial, que permite a municipios y comunas derivar recursos inicialmente destinados a financiar obras para afectarlos a gastos corrientes.
