El monto de los alquileres en Rafaela preocupa a muchas familias que pululan entre la incertidumbre de no saber dónde van a ir a vivir y cómo harán para pagar lo que se está pidiendo en el mercado en la actualidad. Un mercado restrictivo desde dos aspectos: por un lado por la escasa, y prácticamente nula, oferta que existe en Rafaela y la región de viviendas de uno y dos dormitorios para alquilar; y por otro lado por los montos que se están solicitando para el alquiler mensual de las unidades habitacionales. Recientemente una inmobiliaria publicó el alquiler de una casa disponible a partir del 1 de noviembre en Güemes al 500 (barrio 30 de octubre), casi "una especie en extinción" en lo que a viviendas disponibles refiere, pidiendo por dicho alquiler 90 mil pesos. La casa es de las denominadas "tipo", compuesta por dos dormitorios, cocina - comedor, baño, patio y garage. A ese monto luego se le deben anexar los servicios.
Este monto de alquiler, que para hace un tiempo atrás podría haber sido impensado, motivó que RAFAELA NOTICIAS consulte a diferentes inmobiliarias para conocer cuál es la situación del mercado en la actualidad, recibiendo una respuesta contundente: "Las casas de dos dormitorios rondan desde los 60 a 100 mil pesos, más si es un barrio céntrico. Las de un dormitorio en tanto ya no bajan de 35 a 50 mil pesos", expresó un comerciante del rubro en la ciudad. Pero la odisea no es sólo para el que tiene que buscar un lugar para vivir, sino también para al que se le vence el año de contrato y tiene que actualizar el monto a pagar según la índice que establece la Ley de Alquileres: al 31 de octubre dicha actualización representa un 71,15 por ciento de aumento. Así, una familia que pagó 40 mil pesos el primero de este mes, en noviembre pasará a abonar cerca de 70 mil pesos.
Ahora bien, a la hora de ingresar a una vivienda que se alquila por inmobiliaria, no se debe pensar solamente en el mes adelantado que se pide por alquiler. A eso hay que sumarle la comisión del intermediario que es el 5 por ciento del total del contrato. Así por ejemplo, alquilando una casa de 100 mil pesos, los honorarios de la inmobiliaria serían 180 mil pesos, a lo que hay que agregarle el sellado que cuesta aproximadamente 2.500 pesos. Ni hablar si a esto se le suman gastos de mudanza y de pintura de la vivienda que se debe abandonar. En cuanto a los honorarios de las inmobiliarias, lo que se debe aclarar es que prácticamente todas permiten que se pague en tres o cuatro cuotas.
Como bien se mencionó anteriormente, el mercado rafaelino de casas para alquilar es casi nulo en la actualidad, con una demanda creciente que no ayuda a que bajen los precios, sino todo lo contrario; con un panorama inflacionario a nivel país que potencia las subas. La poca oferta ya no es solamente de la ciudad, sino también del "primer anillo" que la rodea, constituído por localidades cercanas como Roca, Susana y Lehmann. En estos pueblos una casa de dos dormitorios que en Rafaela podría costar 75 mil pesos llega a valer 60 mil pesos, un 20 por ciento menos, pero aún así el problema sigue siendo que no hay oferta disponible, y la poca que hay se ocupa rápidamente. En este sentido, un ejemplo de ello es lo que pasa con los trabajadores de las empresas de construcción que están realizando obras viales en la región, que necesitan viviendas para alquilar sólo por algunos meses, haciéndoseles imposible conseguir.
Finalmente, y no por eso menos importante, otro obstáculo con el que se encuentran los inquilinos en la ciudad es el tema de las garantías que necesitan para acceder a firmar un contrato de alquiler. En la actualidad a los inquilinos se les pide que demuestren un ingreso mediante recibo de sueldo, a lo que deben sumar tres recibos de sueldos más de terceros. O bien, pueden reemplazar estos tres últimos por una garantía de propiedad. Sea cual fuere la opción, para muchos no resulta nada sencillo hacerse de estos requisitos y más en estos tiempos.
El panorama luce complicado y en algunos casos devastador. Al ya difícil un sueño (utopìa), de alcanzar la casa propia, ahora se le antepone otro más urgente: conseguir un lugar temporario para vivir. Y una vez conseguido, poder pagarlo.
Lejos el sueño de la casa propia
Con el correr de los años, ha ido cayendo el número de familias en Rafaela que poseen el título de propiedad de la vivienda que habitan, según el último informe del Instituto de Capacitación y Estudios para el Desarrollo Local (ICEDeL). En paralelo, las familias que acceden al alquiler como alternativa residencial han duplicado su presencia. Mientras que en el año 2001, el 12,4% de los hogares accedía a su vivienda a través de un alquiler, en el 2011, el porcentaje de inquilinos se elevó a 16,8%, llegando a representar en el año 2021 al 21,5% de los hogares de Rafaela.
Las familias que no poseen vivienda propia representan el 29,8% del total. De ellos, el 54,4% declara tener intenciones de construir o comprar una vivienda. Proyectado sobre la población total, serían algo más de 5.500 los hogares que muestran interés en concretar el deseo de la casa propia y no pueden hacerlo, fundamentalmente por limitaciones de índole económica.
Si bien el número es importante, los últimos años muestran una tendencia al descenso en la proporción de familias con intenciones de acceder a la propiedad de la vivienda. Hace sólo diez años, el 60,0% expresaba estar interesado, en 2016 lo hacía el 56,6% y actualmente ese porcentaje se redujo a 54,4%, confirmando el tenue pero sostenido descenso intertemporal.
El alto precio de los inmuebles con relación al ingreso promedio, sumado a las dificultades para el acceso al financiamiento hipotecario, han hecho mella en las aspiraciones de una parte de la población, que percibe cada vez más lejano el deseo de su techo propio.