A 7.15 del martes 23 de abril pasado, parte del techo del área central de la Recova Ripamonti colapsó, generando un gran estruendo. De inmediato, personal de Bomberos Zapadores, de Protección Civil y funcionarios municipales se hicieron presentes en el edificio ubicado en la intersección de calles 9 de Julio y Belgrano.
Tras un relevamiento de las condiciones estructurales en las que quedó la construcción, a principios de junio, el gobierno local le presentó al Concejo Municipal de Rafaela un plan de tareas preventivas de seguridad e higiene, que se dan en el marco de una restauración de la emblemática construcción.
Sin embargo, a tres meses del derrumbe, la situación poco cambió y no hay fechas confirmadas para la realización de las tareas para reducir el peligro latente de nuevos desmoronamientos, según habían manifestado los funcionarios que presentaron el plan a los ediles.
De acuerdo a la información suministrada por el área de prensa municipal, citando a la Secretaria de Desarrollo Urbano María Emilia Vidal, por el momento la intervención está supeditada a los tiempos de las empresas de servicios que tienen cableado o caños en la zona (EPE, ASSA y Litoral Gas entre otros), quienes ya fueron notificados para que los retiren.
Una vez que las empresas prestadoras de servicios involucradas con el sector a intervenir finalicen con sus trabajos, se liberará la zona y el Estado municipal iniciará el plan de higiene y seguridad para generar un ámbito adecuado que le facilite al personal llevar adelante los trabajos de demolición de la mampostería que corre riesgo de derrumbe.
