Boca parece no detener su caída libre en la Liga Profesional, dado que acumuló su tercera derrota consecutiva de local (algo que no ocurría desde los años '70), esta vez a manos de Estudiantes por 1-0 y el verdugo sobre el final fue el experimentado Mauro Boselli, delantero que se formó en las inferiores en el club de la Ribera y que por esa razón no gritó el gol.
Sin tener un gran desempeño, los de Eduardo Domínguez -yerno de Carlos Bianchi- se impusieron a partir del poco juego que mostró el conjunto de Jorge Almirón, que volvió a sucumbir tras la caída el último miércoles en el Bajo Flores ante San Lorenzo en su debut como entrenador xeneize, y despertó los primeros murmullos en La Bombonera.