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Deportes

Ciudadano ilustre: el emotivo reencuentro de Scaloni con Pujato

Lionel Scaloni estuvo en su Pujato natal y compartió momentos de pura emoción con los seres queridos de toda la vida. Sportivo Matienzo llevará su nombre.

“Soy de Pujato, crecí entre camiones. Soy de la tierra con trenes y tractores. Soy de la gente que saluda de frente, donde me enamoré por primera vez. Soy de zona norte, del verde de las Ranas, los mochos y las flores. Soy de Pujato, voy a volver de a ratos para saber quién soy y a dónde voy”. La letra de esta canción (de Federico Mauro Mariscal Juleriaque) remite a la vida de cada pujatense, a la niñez, a las andanzas de adolescente, a los bailes en los pueblos cercanos, al primer amor, a la mateada vecinal en la vereda, al primer hijo, a los nietos, a recuerdos que vuelven una y otra vez. Volver. Siempre se vuelve. Y el hijo pródigo volvió, y campeón del mundo: Lionel Scaloni. El pibe de Pujato.

“¡Fui la maestra de Lionel!”, “¡mirá a dónde llegó el nene!”, “¡gracias Lio!”, “¡Lio te queremos mucho!”, “gracias por volver a tu casa”, se escuchaba entre tantas otras frases que coloreaban un clima de festejo absoluto en medio del homenaje al técnico campeón con la selección argentina. Scaloni había vuelto a patear las calles que ya conocía. Seguramente, mientras se paseaba vitoreado por los vecinos y vecinas que se acercaron a agradecerle, Lionel recordaba internamente y con nostalgia todo lo que había vivido en esas cuadras, en la plaza San Martín. Un puñado de escenas retrospectivas en su club, Sportivo Matienzo, que se le habrán reproducido en la cabeza como una película inolvidable.

Al poner un pie en Pujato, inmediatamente toda persona que se cruza en tu camino te cuenta alguna anécdota de Lionel o te señala dónde vive la familia, en qué panadería compra el pan, dónde el asado y alguna que otra chuchería. Son celebridades de Hollywood para los que llegan desde las grandes ciudades o de otros países, pero unos simples vecinos para los que viven en Pujato, esa localidad que tiene casi 4 mil habitantes y está a unos 40 kilómetros de Rosario, a la vera de la ruta nacional 33.

La caravana comenzó cerca de las 19 en la sede del gobierno local, donde Lionel fue homenajeado por el presidente comunal Daniel Quacquarini. “Lionel es humilde, sencillo, cada vez que vuelve se junta con sus amigos a comer un asado, anda en bicicleta, sigue siendo el mismo de toda la vida. Tiene una gran calidad humana, como toda su familia”, recalcó el mandatario, reafirmando la misma sencillez que se ve desde afuera. A su vez, confirmó que una calle de la localidad llevará su nombre.

Seguidamente fue el turno de que tomara la palabra la entrañable Chichita. ¿Quién es? Una maestra de 82 años que tuvo entre sus filas educativas a Lio. “Me acuerdo cuando Lionel venía a clase, peinadito con la raya al medio, nada que ver a ahora, que es todo un señor. Y era bastante bromista, por eso lo hacía sentar adelante de todo así lo veía. Pero siempre muy educado, como toda su familia. El padre lo esperaba con el auto en la puerta, todos los días, y Lionel lo saludaba desde la ventana que daba a la calle. Me acuerdo siempre de esa imagen. Estoy orgullosa de vos”, le dijo Chichita a Scaloni, mirándolo a los ojos, para esa altura con lágrimas de mucha emoción, y antes de fundirse en un abrazo. De maestra a alumno, otra vez.

Con la de Matienzo. El DT campeón mundial se calzó la camiseta del club de origen, el que ahora llevará su nombre.
Con la de Matienzo. El DT campeón mundial se calzó la camiseta del club de origen, el que ahora llevará su nombre.

Y llegó el momento tan esperado por la multitud que se acercó a la plaza San Martín, frente a la comuna de Pujato. No fueron 4 millones de personas como en Buenos Aires, pero la congregación de toda la localidad, de su familia, de cientos de niños y niñas ilusionados por una firma, de viejos amigos, vecinos, de quienes lo educaron, de quienes patearon una pelota con él, fue suficiente para hacer emocionar a Lionel más que nunca. “Pensé que no iba a llorar más, pero ustedes lo lograron”, fue la frase con la que abrió. “Hay algo que siempre dije y es que desde un primer momento quería que esta selección fuera de todos, que se sintieran identificados. Y lo pudimos lograr”, siguió.

Consultado por la ya icónica imagen suya rompiendo en llanto en la cancha, minutos posteriores a lograr el título en el Lusail, el chofer de la Scaloneta se sinceró: “Todavía no caía de lo que habíamos logrado, fue entonces que vi acercarse corriendo a Leandro Paredes, llorando, y ahí rompí en llanto y descargué todo lo que tenía adentro”. Palabras del ahora DT campeón del mundo, el que se ganó el derecho de estar sentado en la misma mesa que César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo.

Entre espuma, camisetas que volaban por todos lados, el “muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar...” que sonaba de fondo, la batucada, dejó el escenario Scaloni para dirigirse al club de su infancia, el que lo eyectó a las grandes ligas: el Sportivo Matienzo.

Como no podía ser de otra manera, allí también lo aguardaba una revolución. Junto al presidente del club, Fabián Medicina, lanzó una frase que levantó varias carcajadas y a otros hambre. “Tengo unas ganas de comer esos pollos al disco que hacés vos...”, le dijo el DT al titular de la institución. Con placa de por medio, el club quiso ir más allá e inmortalizar la hazaña de la selección argentina: a partir de ahora, Sportivo Matienzo se llamará Lionel Scaloni. El DT, con la humildad que lo caracteriza, respondió: “Me hubiera gustado que llevara el nombre de mi padre, pero tiene el apellido y eso me alcanza”.

En medio de cánticos al ritmo de “dale campeón”, se fue ovacionado Lionel y puso rumbo al descanso, necesario, después de tanto subibaja emocional. Nerviosismo, esperanza, sufrimiento, confianza, desahogo, solamente en un mes. La Scaloneta frenó en boxes, pero muy pronto volverá a arrancar.

 



Fuente: La Capital
Scaloni Mundial Campeón

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