Boca ofreció una imagen apenas por encima de lo aceptable, en el que puso en evidencia antiguos déficits que caracterizaron su juego durante la campaña pasada.
Esa falta de rendimiento colectivo le impidió al elenco xeneize alzarse con la victoria, a pesar de que dispuso de más chances que su adversario.
De esta manera, Independiente (que superó al conjunto de Viña del Mar por 2-0 el pasado miércoles) se adjudicó el triangular de preparación jugado en la provincia de San Juan.
De a ratos, el equipo boquense mostró cuestiones para destacar. Por ejemplo, el retorno a la actividad del extremo Exequiel Zeballos, tras esa grave lesión en el tobillo derecho provocada en agosto pasado por Milton Leyendeker, de Agropecuario de Carlos Casares, en un partido por Copa Argentina.
También concretó sus primeros minutos de rodaje el volante central Ezequiel Fernández, el juvenil que fue "repescado" desde Tigre, tras un buen ejercicio 2022 en el "Matador".
Pero lo esencial de Boca es que el fútbol continuó siendo propiedad del paraguayo Oscar Romero, quien -en cuentagotas- volvió a ser el valor más destacado en un elenco de Ibarra que tuvo al misionero Sergio "Chiquito" Romero en la valla (atajó todo el primer período).
Boca volvió a nublarse en los metros finales, lo que le impidió quedarse con el triunfo ante un combinado chileno que depositó todas sus esperanzas en tratar de no perder, aún tratándose de un encuentro amistoso.
La delegación xeneize volverá mañana a Buenos Aires y el domingo emprenderá viaje hacia Emiratos Arabes Unidos para jugar el viernes 20 ante Racing Club, en Abu Dhabi, por la Supercopa Internacional que tendrá a Fernando Rapallini como árbitro principal.