Por Julio Armando
El frigorífico Rafaela Alimentos de Casilda, dedicado a la faena de vacunos, realizó una reducción de su personal temporario, afectando entre 55 y 60 trabajadores. Ante este panorama, RAFAELA NOTICIAS se comunicó con Gustavo Riva, gerente de Recursos Humanos de la empresa, para conocer de primera mano cuál es el panorama en Casilda y, sobre todo, si esa situación afectará a la planta que funciona en Rafaela y a sus trabajadores.
El entrevistado señaló que esos despidos responden, por un lado, a la estacionalidad del mercado y, por otro, al contexto económico general que afecta a toda la industria frigorífica del país. A esto se agrega que Rafaela Alimentos está preparando la planta de Casilda para ingresar al mercado Kosher (productos que respetan los preceptos de la religión judía y que, por tanto, se consideran puros y aptos para ser ingeridos por los practicantes de dicha religión), cuyas obras finalizarán en febrero con una inversión de 7 millones de dólares. "Esto nos exigirá redefinir capacidades, volúmenes de producción y procesos de trabajo, pasando de faenar 700 cabezas diarias a 480", precisó el gerente. Es por eso que, en ese marco, se da la reducción de empleados, aunque “todo el personal desvinculado era temporario” y ya no habrá más despidos, aclaró. Además, la planta cerrará por vacaciones del 23 de diciembre al 6 de enero, aprovechando ese período para completar las obras pendientes.
En Rafaela, la situación es muy distinta. La planta, dedicada a la faena de cerdos y la elaboración de fiambres bajo la marca Lario, continúa operando con normalidad y sin inconvenientes, con 800 trabajadores. “Todo es mercado interno, 100% Argentina”, señaló Riva. Y si bien este último, ante la baja del consumo, se vio reducido (se estima un 4%), no afectó el desarrollo normal de la producción. Riva aseguró que no hubo ajustes de personal en la planta de Rafaela, y que las altas y bajas son parte de la dinámica habitual del sector. “En una empresa con esa cantidad de gente pasa de todo, desde renuncias hasta personas que no se adaptan al trabajo”, explicó.
El incremento en los costos de servicios es otra de las cuestiones a afrontar por la firma. “Recibimos el impacto que reciben todos, tanto en los hogares como en las empresas”, comentó Riva. La readecuación de tarifas obligó a implementar estrategias para mejorar la productividad y mantener la competitividad.
Respecto al reciente aumento del precio de la carne, el gerente señaló que no se trata de un fenómeno estacional, sino de un ajuste necesario. “El valor de la hacienda en términos de dólares está caro en Argentina”, dijo, lo que ha obligado a buscar alternativas para competir en un mercado internacional desafiante.
A pesar de las dificultades, Rafaela Alimentos mira hacia el futuro con optimismo. Riva confía en una mejora del consumo interno y la posibilidad de consolidar nuevos mercados a través de la exportación. “El mercado a futuro lo vemos con optimismo”, concluyó, destacando que la empresa está enfocada en la innovación y la eficiencia operativa para mantenerse competitiva en el sector cárnico.