Cada 12 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Fibromialgia y de la Fatiga Crónica, dos enfermedades muy poco conocidas para muchas personas, es por eso que dialogamos con el reumatólogo Juan Pablo Pirola.

La fibromialgia constituye una enfermedad reumatológica que afecta al 2% - 4% de la población en general, de la cual alrededor de un 85% son mujeres.

La misma consiste en “una entidad crónica en la cual el síntoma principal es el dolor músculo-esquelético, que muchas veces puede ser incapacitante y que puede alterar la calidad de vida de las personas”. Explicó el reumatólogo Juan Pablo Pirola.

En cuanto al diagnóstico, no existen marcadores específicos: “No hay estudios de imágenes ni de laboratorio que la determinen”.

Lo que existen son una serie de criterios diagnósticos: “Ante estas situaciones de dolor y síntomas o signos que vamos encontrando y descartando así otras patologías, nos permite llegar a un diagnóstico”.

En relación a quién puede padecerla, Pirola explicó: “No hay predisposición genética, es una entidad multifactorial, es decir que influyen múltiples factores, no está determinado quién puede tener esta entidad y quienes no; se da con mayor frecuencia en mujeres, en una edad habitualmente entre 40 y 60 años y muchas veces intervienen factores emocionales, como la ansiedad o depresión, también la falta de actividad física, y el mal descanso nocturno".

Con

respecto al tratamiento, “lo más importante es el trabajo multidisciplinario,

de acuerdo a la afección que pueda llegar a tener, entre médicos clínicos,

reumatólogos, psicólogos, psiquiatras, nutricionistas; el pilar fundamental es

mejorar los hábitos de vida, acompañado de fármacos analgésicos que mejoran la

tolerancia al dolor”.

El Síndrome de Fatiga Crónica afecta aproximadamente a un 3% de la población “tiene las mismas características que la fibromialgia en cuanto a los factores que la desencadenan, pero en lugar de predominar el dolor, predomina el cansancio extremo, que no mejora con un sueño reparador y que suele exacerbarse en situaciones de actividad y la característica que tiene es que suele durar más de 6 meses para que la llamemos fatiga crónica".

"Ese cansancio lleva a que el paciente sienta desgano, falta de concentración, pérdida de memoria, dolor". ​Detalló el Dr.

Este síndrome "en parte se debe a malos hábitos, pero muchas veces intervienen otros factores como los trastornos emocionales, también puede estar desencadenado por factores estresantes para el organismo, que puede ser algún cuadro de estrés emocional, estrés traumático, alguna otra patología".

Los pilares del tratamiento son muy similares al de la fibromialgia: "tratar de corregir esas cosas que lo desencadenan". 

Para concluir, el reumatólogo explicó: "Son trastornos muchas veces crónicos que a medida que se va logrando cambiar esos malos hábitos de vida, y vaya mejorando el paciente, no precisamente tenga que estar con tratamiento durante toda su vida. Cuando vemos que puede haber un factor desencadenante (mal descanso nocturno, algún tipo de trastorno anímico como ansiedad o depresión) corrigiendo esas situaciones muchas veces se sale del cuadro y el paciente deja de tener dolor, deja de tener fatiga y de esa forma puede volver a realizar sus actividades de la vida diaria".

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