Se considera donante a toda persona mayor de dieciocho años que haya manifestado su voluntad afirmativa o que no haya dejado constancia expresa de su oposición a través de los canales habilitados.
En caso de los menores de dieciocho años, la autorización de la donación debe ser efectuada por ambos progenitores, por aquel que se encuentre presente o por su representante legal.
Pero ¿Qué es el trasplante de órganos y tejidos? Es el reemplazo de un órgano o tejido enfermo por otro sano. Es un tratamiento médico indicado cuando no existe otra alternativa para recuperar la salud de una persona.
Los trasplantes se realizan a partir de órganos y tejidos provenientes de personas fallecidas en las unidades de Terapia Intensiva, ya que allí existen los medios para la preservación de los órganos que pueden ser trasplantados.
También existe la posibilidad de la donación en vida en casos de trasplante renal y hepático, siempre y cuando no exista riesgo para la salud del donante. La legislación, establece que, en este tipo de donaciones, debe existir un vínculo familiar entre donante y receptor; además, la donación de órganos en vida está permitida exclusivamente cuando se estima que no afectará la salud del donante y existan perspectivas de éxito para el receptor.
¿Cómo es el proceso de donación?
Cuando se detecta un posible donante en el área de cuidados intensivos de un hospital, en cualquier lugar del país, el médico inicia el proceso de donación.
El primer paso es comunicarse con el Organismo Jurisdiccional de la provincia (en el caso de Santa Fe, sería el CUDAIO) o con el INCUCAI para coordinar los pasos a seguir.
Luego, se constata el fallecimiento de la persona utilizando criterios neurológicos -muerte encefálica-. Según explicaron los profesionales, esto es posible solo cuando los pacientes fallecen en unidades de terapia intensiva y el resto de las funciones del cuerpo se pueden sostener artificialmente.
Una vez diagnosticada la muerte, los cuidados intensivos están destinados a mantener la oxigenación de los órganos para garantizar su viabilidad. También se realizan estudios de laboratorio para determinar qué órganos son viables para trasplante y garantizar la ausencia de enfermedades infectocontagiosas.
Con las características biológicas y grupo sanguíneo del donante se inicia la búsqueda de los posibles receptores a través de un sistema informático denominado SINTRA.
En este punto, se toma en cuenta el grado de urgencia de los receptores, la compatibilidad biológica entre donante y receptor para evita el rechazo y la antigüedad en lista de espera, entre otros parámetros.
Una vez asignados los órganos, los centros de trasplante preparan a sus pacientes para la intervención quirúrgica. Al mismo tiempo, en el hospital donde se encuentra el donante se inicia la ablación (extracción de los órganos). Luego, cuerpo de la persona fallecida es entregado a la familia en perfectas condiciones, sin alterar su apariencia.
Esto es muy importante, según explicaron, ya que la ablación se realiza con equipos especiales que garantizan su total asepsia. El tiempo de conservación hasta el implante puede ser de entre 4 y 36 horas dependiendo del órgano a trasplantar.
Finalmente los equipos médicos de los centros de trasplante implantan los órganos a los receptores, en una intervención quirúrgica que puede durar entre dos y diez horas.
• La donación de órganos es un acto voluntario, altruista, desinteresado y solidario.
• El trasplante es la única alternativa para personas con daño irreversible en algún órgano o tejido.
• Cada integrante del equipo de salud cumple un rol clave para garantizar que en los hospitales de nuestro país se desarrolle el proceso de la donación y trasplante de órganos.