Las Paso del 12 de septiembre no sólo definieron candidatos para las generales del 14 de noviembre: también generaron un reacomodamiento de todo el tablero político santafesino. Esto incluye a la Legislatura provincial, donde se discutirán en las próximas semanas varias leyes clave.
Los mayores movimientos se registran en el campo no peronista. En este turno electoral, Juntos por el Cambio sumó para las elecciones nacionales a parte del arco celeste —que después de dar el batacazo en 2019 se astilló en tres pedazos— y a los radicales del NEO.
Relegado en la rosca —fue en el quinto lugar de la lista de diputados encabezada por Luciano Laspina, que salió tercera en la interna de JxC— el diputado provincial Walter Ghione dijo a La Capital que la intención es sumarse al bloque comandado por Julián Galdeano, el armador de la lista de Carolina Losada, pero avisa: “Vamos a esperar a las elecciones generales para ver cómo se van a definir otros espacios”.
La mudanza sería sólo de su monobloque, UNO. Sus otros compañeros de bloque —Nicolás Mayoraz, Juan Domingo Argañaraz y Natalia Armas Belavi— prefieren mantenerse como un espacio independiente.
Otra diputada provincial que jugó en estas elecciones en Juntos por el Cambio es Amalia Granata. Sin bandera después de la aprobación de la interrupción voluntaria del embarazo, la fama de la mediática no alcanzó y la dupla que armó con Federico Angelini quedó tercera en el cuadrangular para el Senado.
Granata tiene todavía dos años de mandato en la Cámara baja provincial y desde su entorno aseguran que mantendrá el bloque unipersonal. “Como mucho, se pensará en un interbloque con fuerzas aliadas”, dice un integrante de su equipo. Y agrega: “Amalia es la titular del 80 por ciento de los votos sacados en esa interna, no va a perder una representación institucional vaya a saber por qué estrategia. La señora tiene un piso electoral de 145 mil votos, es perfectamente comprobable empíricamente”.
Julián Galdeano, presidente del bloque de Juntos por el Cambio en Diputados sostiene que habrá "sintonía fina" con los legisladores del espacio
El que armó su propio bloque es Gabriel Chumpitaz, con vínculo fluido con los halcones del PRO pero que encabezó la lista de diputados nacionales de Maximiliano Pullaro, alineado con Martín Lousteau.
“Nosotros vamos a consolidar el bloque radical, Evolución, y vamos a seguir trabajando por armar algo más grande en 2023”, dijo Pullaro, quien reconoció que en Santa Fe el radicalismo quedó en un “proceso intermedio”, entre Juntos por el Cambio y el Frente Progresista.
Galdeano no ve cercano que se arme un solo espacio legislativo —que podría sumar 16 bancas— pero sí tratarán de coordinar. “Vamos a funcionar con sintonía fina, con posiciones comunes”, sostiene.
En la bancada socialista leen que los cambios no son legislativos sino de reposicionamiento político. “Va a haber mayoría estable en las comisiones, la mayoría de los 28 originales se va a mantener. Las coordinaciones van a depender de las afinidades con distintos grupos: nosotros vamos a buscar a Rubén (Giustiniani) y Agustina (Donnet) y otros hablarán con los celestes y Granata”, analiza una espada del PS.
En el peronismo, que tiene seis escaños —ocho, si se suman los bloques unipersonales de Oscar Cachi Martínez y Cesira Arcando— juran que la convivencia después de la interna es buena.
“Nunca tuvimos una situación de tensión político-institucional por lo político-partidario”, plantea el presidente del bloque del PJ en Diputados, Leandro Busatto
En las Paso tres legisladores jugaron del lado de Agustín Rossi —el presidente e integrante de La Corriente, Leandro Busatto, Lucila De Ponti, del Movimiento Evita, y Luis Rubeo—, dos pertenecen a espacios que se encolumnaron con Omar Perotti —la bielsista Matilde Bruera y la camporista Paola Bravo— y el presidente del PJ santafesino, Ricardo Olivera, tiene buena relación con todas las tribus.
“Nunca tuvimos una situación de tensión político-institucional por lo político-partidario”, plantea Busatto. “Nos planteamos ser la voz para lo que el gobierno necesite y eso no se alteró por la interna”, asegura.
En ese sentido, el objetivo para el último trimestre es sacar la demorada ley de conectividad, el presupuesto y la ley tributaria. Más allá de los tironeos lógicos de cualquier negociación, tanto en el oficialismo como en la oposición confían en que podrán llegar a acuerdos en las tres iniciativas.