El propietario de una panadería que se encuentra en calle Río de Janeiro al 300 aproximadamente, hace algunos días cerró el comercio y se tomó vacaciones.
Al regresar, se encontró con el peor panorama de todos. No solo había sido víctima de daños, sino también del robo de herramientas. Los delincuentes huyeron con cables, disyuntores, térmicas, una sobadora, una amasadora, una batidora, un horno pizzero y dos balanzas eléctricas.