A principios de esta semana vecinos autoconvocados del barrio 30 de Octubre hicieron oír su indignación por la ola de inseguridad que afecta al sector, que no sólo es uno de los más céntricos de la ciudad, sino que concentra una importante porción del casco histórico e institucional de la ciudad.
Las quejas no pusieron en alerta a nadie, al parecer, o no dieron los resultados esperados. Quizás porque es una más entre tantas, de los 42 barrios de la ciudad. Lo cierto es que en medio de esta situación, en la tarde de este viernes el sector fue otra vez escenario de "delitos predatorios": robos comunes, quizás de poca monta, pero que generan una sensación de hartazgo, porque suceden a toda hora.
En este caso, cerca de las 4 de la tarde una mujer sufrió la sustracción de un teléfono celular, en la zona de Chile al 300. Pero a la vuelta, sobre calle Pueyrredón, el mismo sujeto protagonizó otro hecho. Y a la mañana, en Lavalle al 800, a menos de 200 metros del lugar, otro robo dio como resultado que los delincuentes escaparan, pero que dejaran parte del botín en los techos de una propiedad que también da sobre calle Chile.
Sólo la lluvia pareció poner fin a las andanzas de los delincuentes, al menos por algunas horas...