Un vecino de barrio Italia dejó su casa sola, para ir a trabajar como todos los días, sin percatarse que delincuentes estaban al acecho.
Aprovechándose de que el domicilio, ubicado sobre calle Bollinger quedó sin habitantes, los ladrones arrancaron con total impunidad las rejas de una ventana e ingresaron.
A los pocos minutos, y sin ser advertidos por nadie, huyeron con la bicicleta de su víctima, herramientas y artefactos de cocina.