Señor director: Rafaela noticias
El jueves 19 de mayo del corriente año, en el Concejo local se elevó, por parte del PRO, un pedido de informe sobre la situación de los lavacoches en el centro de la ciudad: pedido que como se sabe ellos mismos terminaron votando en contra. Si bien es válido que se pida información sobre los distintos temas que ocurren en Rafaela, no dejé de asombrarme con algunas cuestiones. Ejemplo de ello es lo dificultoso que les resulta a estos ediles, llamar trabajadores a los y las lavacoches. Para Menossi, Bonino y Visintini son solamente “trapitos”, y muchos “de otras ciudades” (cosa que les causa pánico), “se drogan en la calle” y tienen la osadía de “ocupar espacios públicos”. Entiendo que esto sucede porque el término “inclusión” está fuera de sus acotados diccionarios. Pero también vale destacar, que concejales y concejalas como Lombardo, Garrapa, Muriel y Enrico, no dejaron pasar esto por alto y supieron comprender la gravedad en la utilización de las palabras por parte del PRO.
Para los representantes locales del gobierno nacional, las palabras, los términos, no son importantes, lo que realmente interesa es el contenido. Pero, se pude desarrollar un contenido sobre algo, sin tener en claro algunos términos, algunos conceptos? Evidentemente no. Es fundamental que como representantes del voto ciudadano, comprendan que los proyectos políticos son, generalmente, manifestaciones sintéticas de grandes líneas de pensamiento, orientadas a la solución de conflictos.
Pero para lograr dicha solución, debe existir un examen analítico de la situación, no puede formularse un proyecto sin que se constituya una unidad de pensamiento, la cual debe verse atravesada por una unidad de criterios y terminologías. Un proyecto sin un sólido sustento lingüístico y teórico resulta incompleto, lo cual volvería dicho proyecto inútil porque no habrá formas de realizarlo, de llevarlo a la práctica. Entonces lo primero que se debe realizar es seleccionar con criterio los términos que sustentarán esa teoría. Ese es el proceso racional que se pone en marcha para todas las concepciones y creaciones de la vida, siempre hay que ir de la síntesis, al análisis, y del análisis volver a la síntesis.
Según la propia Visitini, la cantidad de jóvenes que trabajan como lavacoches, ha aumentado de enero a la fecha. Este aumento demuestra una profunda coincidencia con la cantidad de puestos de trabajo formal e informal que se perdieron tanto en el sector público como en el privado. Lamentablemente no fue lo único que aumenté, a la vista está el aumento de la insensibilidad y la criminalización por parte de miembros del poder legislativo hacia un sector de nuestra sociedad.
El desafío no sólo está en resolver la situación formal de estos trabajos inventados por nuestro pueblo, sino también en reconocernos como iguales.