EL MONO DEL MANISERO
Las elecciones de Octubre del 2017, lejos de calmar las aguas, fueron el punto de partida para el reordenamiento del tablero político, que a la luz del inevitable colapso económico, más la permanente caída de imagen del gobierno nacional, aún busca un piso más firme para armar fuerzas. El contexto no ayuda, la irritante situación social presiona en la calle a diario, azuzado por los permanentes aumentos en detrimento del pueblo, cierre de empresas, despidos masivos, importaciones irracionales, beneficios absurdos para las corporaciones, feroz endeudamiento y la entrega humillante de nuestra soberanía económica, política y territorial, al punto de tener que ver bailar a nuestro presidente en tierras lejanas, para pasar la gorra por un mísero dólar, como el mono del manisero.
El oficialismo no la tiene fácil, y en su desesperación apela a todas las herramientas de persecución política usando a la justicia, que hoy huye desnuda del desierto amarillo, produciendo detenciones arbitrarias, extorsiones ilegales y confesiones guionadas, en perfecta articulación con los medios de comunicación para justificar su accionar ante la opinión pública. Es tanto el oprobio, que el mismo ministro de justicia se pronunció en contra, junto a colegios de abogados, y magistrados en funciones, que comienzan a rebelarse. Tan obscena es la persecución misógina a la ex presidenta que en las declaraciones infantiles de los arrepentidos sobre intimidades de alcoba, hacen referencia a Cristina en pijama, lo que nos deja como única conclusión que Nestor a diferencia de su esposa, dormía con su saco y los mocasines puestos.
Mauricio Macri volcó sobre los trabajadores la jarra de Pandora con todos sus males, recordemos que de ella salieron todos menos la esperanza, y como bien dice Nietzsche, "la esperanza es el peor de los males, porque prolonga el tormento del hombre". Este mediocre gobierno debería utilizar sus energías en mejorar la gestión para evitar la casi segura caída al abismo en lugar de agravar el enrarecido clima social.
La oposición dividida entre los racionales, a todas luces surfeadores de olas convenientes, que se hacen llamar peronistas federales, tratan de ocultar sin éxito que la mejor expresión de la doctrina justicialista, legado de Perón, fue desplegada durante el gobierno nacional y popular de Nestor y Cristina Kirchner, durante doce maravillosos años de virtuosa movilidad social. Ese sector, hoy se reúne en Unidad Ciudadana. Hay un bien intencionado interés, en conseguir un acuerdo para lograr la unidad electoral de cara a las próximas elecciones, hoy motorizada además, por la presencia de Felipe Solá. Aún así, la importante pérdida de identidad, junto a localismos resistentes, hará difícil obtener un voto ampliamente mayoritario.
A nivel local se ven claramente dos equipos principales, el justicialismo compuesto principalmente por el oficialismo, donde ya pocos sectores se sienten representados por el gobierno actual. Su acción política está claramente a la defensiva, es un cuerpo envejecido que si bien goza de experiencia, no tiene la energía necesaria ni la lozanía de mejores épocas. Esta siempre atrás de los acontecimientos con reacciones espasmódicas ante la adversidad, actuando como la pupila del ojo, (cuanto más luz recibe más se cierra). Insiste en el ostracismo sin observar que la población a crecido enormemente y tambien lo ha hecho como sociedad, pero los referentes políticos siguen siendo los mismos, no hay alternavas visibles de jerarquía, ni nuevos cuadros surgidos de la rica oferta que posee la ciudad, lo que hace más visible el privilegio de la obediencia, a la calidad.
El sector identificado con el kirchnerismo, Unidad Ciudadana, que acá funciona como Asamblea popular, no termina de afianzar su presencia en la ciudad, principalmente por errores de construcción y la rigidez de su conducción. Por el contrario en el departamento, favorecido por las libertades otorgadas a los armados locales han logrado una importante presencia.
Otro sector que podríamos denominar como peronismo residual, o filo peronismo, massismo etc., se agrupa bajo el nombre Rafaela Digna. Un armado fogoneado por operadores de extraños vínculos con el oficialismo y los dueños de pequeñas agrupaciones, algunos de ellos varias veces rechazados electoralmente por la sociedad, que ante un destino casi seguro de extinción, se unen para formar masa crítica. El objetivo es atraer algún candidato a la casa gris, que les prometa soporte en las próximas elecciones. Es enorme la dispersión ideológica de esta formación, según sus propias palabras cualquier candidato le resulta igual, ya sea Bielsa (la más inteligente), Sácnun, o el Dr. Leony. Tal vez, siguiendo la sentencia de Perón, "arranquemos que los melones se acomodan al andar", o bien parte del dilema shakesperiano, " ser o no ser".
Cambiemos, es otro jugador importante, que recibió un aplastante apoyo en las elecciones pasadas a pesar de sus intrigas internas y un pobre aporte a la ciudad. Si lograran controlar sus vanidades serían una opción elegible, es extraño pensar que la ciudadanía los acompañe para resolver sus miserias personales.
Pero... , como la política es dinámica, el resultado irá mutando de la mano de la suerte del gobierno nacional, aunque todos los datos auguran un triste final, no debemos subestimar la capacidad política de cambiemos, sería un error.