Por Miguel A. González
El cambio de ciclo político en la ciudad tendrá desde este jueves una primera prueba de fuego. Los concejales tratarán el proyecto de ordenanza tributaria enviada por el Ejecutivo -este miércoles 22 recibió despacho de comisión y técnicamente está en condiciones de ser tratado en la sesión ordinaria del jueves-, y por primera vez la mayoría de Juntos por el Cambio estrenará su condición de oficialismo, aún cuando el traspaso de mando no esté concretado y Luis Castellano continúe en la Intendencia hasta el 10 de diciembre. Será para pasar un proyecto polémico y clave: el Ejecutivo hizo sus números y le dan la necesidad de aplicar 60% de aumento a la UCM que se utiliza como base de cálculo de las tasas que pagan los contribuyentes rafaelinos.
"Elevamos dos cálculos, una con la fórmula polinómica original y otra con la fórmula polinómica como venimos trabajando, con los porcentajes de incidencia de cada uno de los ítems de acuerdo a lo ejecutado en el presupuesto actual. Y el número que nos da, redondeando, es del 60%", confirmó la secretaria de Hacienda, Noelia Chiappero.
La ordenanza tributaria define todos los aspectos de las tasas y derechos que percibe el municipio. El punto clave es la UCM, la Unidad de Cuenta Municipal. Es un indicador que tiene un valor determinado, y en base a ese valor se liquida, por ejemplo, la Tasa General de Inmuebles que llega a cada frentista. Para el último bimestre de 2023 el valor está fijado en 14,12 pesos. Anualmente, se actualiza cada seis meses, a propuesta del Ejecutivo, con aprobación del Concejo.
Cambia, todo cambia
¿Qué vino sucediendo en los últimos años? Para actualizarlo se emplea una fórmula polinómica. Se toman en cuenta tres indicadores principales: aumento de salarios de trabajadores municipales resueltos en paritarias (50% de la polinómica lo integra ese ítem); índice de precios mayoristas (40% de la fórmula) y valor del gasoil más económico (10%). Surge un porcentaje (en base a la evolución de esos indicadores de acuerdo a la inflación, paritarias, etc), y se aplica sobre el valor de la UCM.
Este número es un cálculo que hacen las áreas técnicas del Ejecutivo. ¿Qué postura adoptaban los concejales de la mayoría de JxC? Recibida la propuesta, la "suavizaban". Si el Ejecutivo proponía un incremento semestral único, lo segmentaban (como ocurrió en 2023) para que no impactara desde el primer bimestre del período en las boletas. Y también recortaban, con un criterio político, el porcentaje. Era una decisión política, totalmente. Un argumento que usó Lisandro Mársico, por ejemplo, fue que el Ejecutivo "engordaba" la fórmula polinómica para presentar indicadores más elevados y conseguir, en la negociación con el Concejo, el porcentaje que realmente necesitaba.
Ahora esto cambió. Porque los concejales de JxC tendrán que votar por primera vez una ordenanza que será la base de la estructura de ingresos propios de la administración que dirigirá Leonardo Viotti. La ordenanza tributaria que apruebe el Concejo con su actual composición -Viotti incluido- será la que utilice Viotti intendente. Y justo el porcentaje es el más alto de los propuestos históricamente, porque precisamente la inflación se desbocó en el 2023.
Pero ahora se invirtieron los roles: es JxC el que necesita defender la caja del municipio, aún a costa del bolsillo de los contribuyentes. "Vamos a asumir el costo político que haya que asumir, pero también vamos a decir que hay cosas que cambiaron", confió una alta fuente de la futura administración consultada por el tema.
"Te lo dije"
Una de las cosas que cambiaron -y Juntos por el Cambio no puede desentenderse de su responsabilidad en el tema- es que la estrategia política de "cuidar el bolsillo de los rafaelinos" llevó a que en la estructura de ingresos y egresos del municipio, históricamente los recursos de recaudación propia (los que reglamenta la Tributaria precisamente) alcanzaban con creces para pagar los sueldos. De hecho, la masa salarial se llevaba aproximadamente un 80% de esos recursos. La caída de los ingresos propios -ocasionada en gran parte por los criterios políticos con que se manejaron los aumentos de tasas desde un Concejo dominado por la oposición- fue "comiendo" ese balance. A noviembre de 2023, sólo para afrontar la masa salarial el municipio utiliza el equivalente al 107% de sus recursos propios.
Esto significa que requiere de utilizar recursos de otras jurisdicciones para lo elemental, que es pagar los sueldos. Con un presidente electo que viene reiterando que aplicará la motosierra incluso sobre los envíos de fondos a las provincias y los municipios, el escenario que se le presenta a la administración municipal de JxC es complejo. La caja local pasa a ser más clave que nunca. Y la medicina aplicada por JxC a Castellano desde 2015 a esta parte ahora sabe muy amarga en la boca de Viotti.
El intendente electo tiene sus argumentos para sostener el pedido de que ya no conviene tanto proteger el bolsillo de los rafaelinos, sino que llegó la hora de recuperar la caja del Estado local. "Tengo 1.430 empleados de planta y contratados y no los tomé yo, pero los tengo que sostener", repite a quien quiera oírlo. Y es un argumento consistente. Otro tanto sucede con el escenario provincial y nacional, que promete traer consigo un bruso corte del flujo de fondos que reforzaron, en los últimos años, el presupuesto municipal.
Lo cierto es que hay concejales que desde este jueves empezarán a sentir cuánto de duro puede ser el asiento del oficialismo, mientras otros se frotan las manos para disfrutar del agridulce sabor de las enseñanzas de la política, reflejadas en una remanida frase de los profetas del desierto, aquellos que predicaron sin ser oídos: "¡Te lo dije!", dirán.
En el medio está el bolsillo de los contribuyentes, amenazado desde todos los flancos por la realidad económica y el imperio desatado de las fuerzas del "mercado"; y también la sustentabilidad financiera del municipio, con un horizonte enmarcado por el ensordecedor estruendo de la motosierra. Eso sí: nadie podrá decir que no estaba avisado.
