El mes de marzo es "temporada alta" en materia de venta de libros de texto. Los promotores de las editoriales más importantes del país empiezan a recorrer las escuelas para mostrar el material nuevo a los docentes, quienes luego deciden adoptar para el trabajo con sus alumnos un libro específico. Eso posteriormente es informado a los padres que son los que se conducen hacia las librerías a comprarlos.
Gabriel Faber, de Librería Faber, fue consultado por RAFAELA NOTICIAS respecto a cómo viene desarrollándose la actividad y qué perspectivas hay del sector para este año, sobre todo teniendo en cuenta los años de pandemia que han prácticamente paralizado la industria, al menos en lo que a libros de texto se refiere. Al respecto, el comerciante se mostró preocupado por "un fenómeno que sólo se da en Rafaela, que es muy agresivo para la industria editorial y que tiene que ver con la cantidad de libros que se fotocopian". "La fotocopia está haciendo un verdadero desastre en la industria editorial. En Rafaela tenemos comercios que han invertido millones de pesos en comprar maquinaria para reproducir libros, lo que ha afectado la actividad de las editoriales y por ende las librerías", expresó Faber. Recordando que esto se trata de un acto ilegal (según las leyes 11.723 y 25.446), que se hace a la vista de las autoridades.
"No podemos hablar de una recuperación del libro de texto cuando convivimos con un acto delictivo que es fotocopiar un libro. Yo ya lo denuncié en la gremial empresaria e hice una presentación en la justicia".
No "puentear" a las librerías
Una metodología que viene utilizando el gobierno nacional desde hace varios años, pero que se acentuó el año pasado, es comprar libros de texto de manera masiva a las editoriales y entregarlos directamente a los alumnos o a las escuelas, dejando de lado a las librerías. Situación que también está generando un perjuicio a dicho sector. Por lo que Faber también pidió, como lo hacen desde las cámaras que nuclean a librerías del país, que los acuerdos con las editoriales incluyan también a las librerías "para que la cadena no se rompa". "Que hagan los mismo que hicieron con los artículos escolares, donde la canasta escolar subsidiada no se la mandaba el gobierno a las escuelas o a los chicos directamente, sino que iba a los comercios que vendían ese tipo de artículos. Luego el padre iba a comprarlos al comercio. Eso mantuvo la cadena de comercio. Pero en el libro se ha puenteado (al comercio) y directamente se le manda los libros a las escuelas y a nosotros eso nos desfavorece", mencionó el entrevistado.
Un 100 % de aumento
Faber confirmó que los precios en los libros de texto que son "novedades", subieron como la inflación: casi un ciento por ciento. En tanto en las reediciones ( libros de otros años que se vuelven a imprimir) el incremento es menor: entre el 50 y 70 por ciento. "Hoy un libro novedad vale 6 mil pesos y una reedición está en el orden de los 4 mil pesos. Esto en cuanto a manuales multiáreas. En tanto los libros por área se ubican en 3.500 pesos aproximadamente", informó Faber. Para el entrevistado, el costo del libro "nunca produjo un desequilibrio presupuestario en un hogar", dado que su precio es bajo si se lo compara con una mochila de 10 mil pesos o un par de zapatillas de 20 mil pesos. El problema, pasa más por lo cultural, por otorgarle poco valor al libro.
El mercado en la ciudad
Los alumnos del nivel primario son los que más utilizan los libros de texto, luego a medida que los estudiantes avanzan en edad se van volcando hacia la búsqueda de información en medios electrónicos sustituyendo al libro. "Toda la parte de investigación y demás se hace por los canales virtuales, usando Internet como plataforma", comentó Faber. También se hace más común el pedido de libros desde la educación privada por sobre la educación pública, "sabiendo de por sí - los docentes- que están trabajando con otro nivel de ingresos económicos de las familias, aprovechando para pedir mayor cantidad de material". En cuanto a las editoriales con mayor predominancia en el mercado, Santillana se lleva la mitad de los libros vendidos, repartiéndose la otra mitad editoriales como Kapelusz, Puerto de Palos, Mandioca, entre las más conocidas.