De meses en los que la inundación generó inconvenientes en todo la zona santafesina hoy la principal complicación en la zona rural pasa por la falta de precipitaciones. Según profesionales enero y febrero de 2018 fueron los dos meses más secos de los últimos 40 años. Además se abaraja la posibilidad de decretar la emergencia agropecuaria por sequía y generar subsidios para aquellos que se vieron sumamente damnificados.
Pero dentro de esta problemática la ciudad no queda exenta y la falta de agua genera problemas de higiene y malestar por la gran cantidad de polvo suspendido en el aire. Esto sumado obras que se ejecutan en la ciudad y también generan tierra en el ambiente.
En los últimos meses no ha llovido y los dos regadores de la Municipalidad no son suficientes para cubrir las calles de tierra y ripio generando inconvenientes entre vecinos del sector.