Por: Marcelo Arias

Horas de incertidumbre y una inmensa sensación de impotencia vivimos los que estamos abocados a la tarea de mantener informada a la sociedad, principalmente a la ciudadanía rafaelina, en lo que respecta al tema seguridad.

Muchos habrán notado la falencia que venimos registrando en los últimos días en materia de información policial y esto no es producto de la relajación ni nada que se le parezca, y es por esto que nos vemos en la necesidad de explicar algunas cosas.

El nuevo Código Procesal Penal que comenzó a implementarse en nuestra provincia “impide” a las fuerzas policiales brindar información al periodismo, para evitar que se produzcan interferencias en los procesos investigativos, esa información debe ser brindada por una oficina de prensa del Ministerio Público de la Acusación. Allí radica el mayor inconveniente debido a que la mencionada oficina de prensa aún no existe en nuestra ciudad y no se sabe concretamente cuándo comenzará a funcionar, porque según los dichos del Fiscal General Dr. Carlos Arietti, aún resta el ingreso de un importante número de recursos humanos, entre los que estarían los dedicados a brindar toda la información surgida de los procedimientos policiales que se lleven a cabo en nuestra ciudad y la zona.

Comprenderán ahora porque hablamos de impotencia, porque uno de nuestros principales objetivos radica en informar para prevenir y en el ámbito de la seguridad esto es fundamental.

Hoy por hoy no es mucho lo que podemos hacer en este aspecto, y la información sobre robos accidentes u otro tipo de situaciones delictivas la obtenemos gracias a la buena voluntad de muchos de nuestros lectores, que nos alertan de diferentes situaciones para que podamos investigarlas y darlas a conocer.

Esto ocurre en todos los medios de comunicación locales por lo que la sensación pareciera ser que en Rafaela no está pasando nada en materia de inseguridad. Pues bien, esto no es así, no es que no esté pasando, simplemente no estamos accediendo a la información y por consiguiente tampoco podemos brindarla a nuestros lectores.

Esperemos poder revertir esta situación en el tiempo más breve posible, porque creemos fundamental el rol de la información en la prevención de delitos y porque confiamos en que este nuevo Código Procesal Penal agilice las causas y permita, como estaba previsto, la fluidez de la información para que toda la sociedad pueda tener acceso a la misma de manera rápida, clara y precisa.

Si bien no es una afirmación a rajatablas, sabido es que en materia de seguridad el hecho de que no aparezca información coloca a los delincuentes en ventaja con respecto a sus probables víctimas, que se ven sorprendidos por los malvivientes que actúan, podríamos decir, “cebados” por la desinformación reinante en el imaginario público.

Es difícil informar cuando no se tiene palabra oficial sobre los hechos, se tratan de brindar los datos más certeros, pero siempre falta el dato preciso aportado por la autoridad competente y designada a tal fin.

Hasta el momento nos habíamos mantenido en silencio, esperando la evolución de los hechos, pero nobleza obliga y nuestro compromiso con los lectores amerita esta explicación para que comprendan nuestra postura y para que entre todos podamos mantenernos informados y de esa manera podamos también prevenirnos y protegernos.

Queremos dejar claro que no pretendemos entorpecer ninguna investigación y que este nuevo Código también nos exige a los medios la responsabilidad de informar precisamente los hechos y sin caer en sensacionalismos que puedan condicionar las investigaciones y /o permitir que se frustren las misma. Buen favor le estaríamos haciendo a aquellos que pretendemos informar para proteger si nuestra información frustra posibles esclarecimientos y/o arrestos.

En fin, es un Nuevo Código Procesal Penal y lo es para todos, jueces, fiscales, policías, periodistas y personas comunes, todos tendremos que ir aprendiendo la mejor manera de implementarlo desde el lugar que nos competa, porque sin dudas esto es un avance en la Justicia de nuestra provincia y el ejercicio del mismo nos permitirá mejorar prácticas que en el momento actual ya se han convertido en obsoletas.

Para finalizar queremos acentuar nuestro concepto: es necesario informar los hechos delictivos para prevenir a la ciudadanía, ese es el único objetivo y nuestra mayor preocupaci