
La comunicación de Vialidad Nacional que ordenó que se mantengan paralizados los trabajos de mantenimiento de la RN 34 y las obras de conversión en autopista entre Ataliva y Sunchales no dejó lugar a dudas sobre el futuro de la principal carretera nacional que atraviesa la región. RAFAELA NOTICIAS lo publicó, anticipando las gravísimas derivaciones de esa decisión, y el ministro de Obras Públicas de la provincia, Lisandro Enrico, hizo su propia interpretación, con durísimos conceptos hacia la administración nacional.
Consultado sobre el tema, Enrico disparó munición gruesa: "este es un gobierno nacional al que le importa muy poco lo que pasa en el interior, por no ser grosero y decir lo que realmente pienso. Hemos hecho 12 viajes a Buenos Aires, hay un compromiso firmado el 25 de junio de 2024, entre el gobernador Pullaro y el ministro Guillermo Francos, para reparar la RN 34. (Pero) El viernes pasado salió una nota donde directamente ordenan paralizar todos los contratos, todos los trabajos".
"Es una vergüenza tener un gobierno nacional que sólo se preocupa por viajar a Estados Unidos, que no sepan lo que pasa de la General Paz hacia afuera. No tienen un indicio de la realidad. Al presidente Milei le interesa muy poco que la gente se mate en las rutas nacionales. En Santa Fe, con 2.685 kms de rutas nacionales, hay un muerto cada 19 kms, por año, por estadísticas".
-Vialidad Nacional emitió un comunicado bastante confuso, donde habló de continuidad de obras y luego aclaró que hay otras que no se retomarán - planteó RAFAELA NOTICIAS/BIEN DESPIERTOS
- Toda sarasa. Mentira. Yo quiero ver a las máquinas reparando. Mienten descaradamente. Estas reparaciones en la RN 34 hace más de 9 meses que estaban comprometidas. No le mientan a la gente. Si no pueden reparar las rutas, no saben o no quieren, que las cedan a la provincia para que nosotros organicemos un esquema de mantenimiento. No es tan difícil".
Enrico recordó que "nosotros, cuando compramos un paquete de galletitas estamos pagando IVA, que debería ser para obras públicas. Cuando cargamos combustible, estamos pagando un impuesto que es para arreglar y mantener rutas; el campo paga retenciones millonarias, que deberían servir para obras en rutas. No puede ser que toda la plata se use para mantener el dólar a 1.100 pesos. Esos impuestos tiene un destino específico, y no fue por un capricho de los legisladores: se hizo para evitar que las rutas se conviertan en trampas mortales, y eso es lo que pasa en la Argentina. Cada vez que llueve cortamos clavos porque se producen accidentes.