Por Julio Armando
Este jueves se desarrolló la segunda audiencia del Juicio Oral y Público que viene siguiendo RAFAELA NOTICIAS como único medio presente, en el que está imputado de abuso sexual gravemente ultrajante y promoción de la corrupción de menores Horacio Z., residente en barrio Alberdi de Rafaela. Para el cual la fiscal Dra. Gabriela Lema solicitó 30 años de prisión y que se revoque la prisión domiciliaria que tiene desde el 2021 por cuestiones de salud. En esta segunda jornada aparecieron los testimonios de familiares cercanos a la principal víctima, que es una joven ya mayor de edad que fue abusada por el acusado cuando tenía apenas 6 años en reiteradas ocasiones hasta los 10. Las declaraciones fueron de la abuela, la madre y la pareja de esta última.
Lo que surgió de los relatos de los familiares mencionados es que Horacio Z. era pareja de la tía de la víctima, y a partir de ese rol empezó a ganar la confianza de los diferentes miembros de la familia. Cuando la niña tenía 6 años el imputado la buscaba para llevarla de paseo, le compraba regalos, la pasaba a buscar por la escuela y se mostraba presente en fechas importantes. Pero detrás de esto, ocultaba - según la acusación de la familia- su peor cara: abusaba sexualmente de la menor de manera reiterada en la casa de su pareja (la tía de la niña), cuando le proponía jugar al "cuartito oscuro". Que consistía en encerrarse con la menor en una habitación donde realizaba sus prácticas delictivas, haciendo partícipe de las mismas como espectador a otro menor que en ese momento tenía 8 años y que era vecino del lugar. El niño, hoy ya mayor de edad, en este juicio también es víctima.
Estas situaciones de abuso no solamente se dieron en la casa de la tía de la niña (sin que supuestamente la mujer supiera), sino además en la casa del imputado en barrio Alberdi en una pileta que tenía en ese lugar, a donde llevaba a la menor sin el permiso de la madre. Y si bien la víctima siempre iba acompañada de su hermanita 2 años menor, el imputado nunca la habría tocado a esta última, sino que siempre elegía como blanco a la misma niña. Los abusos, según los relatos, se dieron entre el 2010 y 2014 sin que la familia notara nada extraño, pero cuando la niña arribó a los 10 u 11 años empezaron los signos de que algo no andaba bien. Aparecieron problemas en el sueño, llantos repentinos y reiterados, conductas autolesivas, ataques de pánico y otros signos que persistieron durante años, algunos de los cuales todavía se sostienen en el tiempo. Por eso la fiscal Dra. Lema habló de "daños psicológicos irreparables" en los alegatos de apertura.
Todos estos signos no encontraban respuestas en la familia respecto a por qué ocurrían, hasta que en el 2021 la víctima pudo hablar y contarle - ya con 16 años- lo sucedido a su abuela. Tanto esta última, como la madre y su pareja, que declararon este jueves, mostraron en sus rostros y en sus palabras la conmoción que significó el hecho. Aparecieron los sentimientos de culpa por no entender antes lo que pasaba y la desazón de saber lo que tuvo que vivir por tanto tiempo en soledad la niña. Los relatos fueron desgarradores.
A la joven hoy la atiende una psicóloga, y su estado no le permite declarar en el juicio, pero se tomará como prueba lo que pudo decir en su momento mediante cámara gesell. El acusado tuvo que retirarse de la sala de audiencias para que la madre de la víctima y la pareja de ésta puedan declarar con libertad. En tanto permaneció en la sala mientras declaró la abuela, a quien en ningún momento miró a la cara.
La audiencia fue seguida atentamente por los miembros del Tribunal: los jueces Dres. Nicolás Stegmayer, José Luis Estévez y Juan Peralta. En tanto la Defensa está siendo representada por la Dra. Georgina Allasia del Ministerio Público de la Defensa.
