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Judiciales

Con testimonios contundentes, dictaron la prisión preventiva del homicida del "Colo" Riato

Lo dispuso el juez Javier Bottero, a pedido del fiscal especial de Homicidios Martín Castellano. No quedaron dudas sobre la autoría del hecho por parte del único imputado por el crimen cometido en Lehmann.

El juez de la Investigación Penal Preparatoria Javier Bottero dispuso dictar prisión preventiva sin plazos a Miguel Angel Spahn, acusado del homicidio de Gonzalo "Colo" Riato, ocurrido el pasado 7 de julio en la localidad de Lehmann, en un episodio que provocó conmoción en la vecina población. La resolución fue adoptada al cabo de una audiencia que se desarrolló en el mediodía de este martes, en la Sala 3 del edificio de Tribunales. El imputado hizo uso de su derecho a declarar y en ese testimonio confesó la autoría del hecho al pedir disculpas y perdón, entre sollozos, por el crimen, aunque antes explicó su accionar con un relato en el que se declaró víctima de una supuesta "persecución".

Testimonios concluyentes

Para cuando Spahn habló ya no había ninguna duda sobre lo sucedido. Más de media docena de testimonios, explícitos y concluyentes, habían permitido al fiscal especial de Homicidios de Rafaela, Dr. Martín Castellano, reconstruir la trama de un ataque absurdo que terminó con la vida del "Colo", un muchacho de 28 años en cuya caracterización todos los vecinos coinciden: un "buenazo" incapaz de hacerle mal a nadie.

Castellano volvió a repetir lo que ya había dicho en la imputación. Spahn esperó la llegada de Riato a la zona de calle Colón al 400 donde vivía. Gonzalo estaba llegando de su trabajo, luego de terminar su turno en la planta de Verónica. A la misma hora había salido su padre, pero de otra empresa, la autopartista Motorparts, donde trabaja Edgardo. Habitualmente Gonzalo volvía en moto, pero en este caso había salido de trabajar a pie y un compañero lo acercó hasta la plaza de Lehmann. Fue al llegar a la vecindad de su domicilio que se encontró con Spahn, que estaba montado en una moto. Venía con un cuchillo en la mano, y con determinación homicida.

Spahn increpó a Gonzalo. El fiscal sólo compartió los testimonios de los vecinos, que escucharon al homicida gritarle cosas a viva voz: que le había arruinado la vida, que le había mandado a la policía, que le estaba cagando su existencia. Gonzalo quiso escapar. Primero se refugió atrás de un auto, mientras iba gritando que "éste me quiere pegar, me quiere hacer algo, llamen a la policía". Luego corrió, por Suipacha hasta llegar a la esquina con Hernandarias. Se metió en una casa, con Spahn todavía en moto, pisándole los talones. "Acá se escondió la ratita colorada", gritaba el victimario.

Los vecinos -que luego fueron testigos- salían sin entender mucho lo que pasaba. Sólo veían a un sujeto corriendo al "Colo" Riato con un cuchillo. Riato salió de la casa de Hernandarias al 301, intentó escapar, corrió 50 metros, Spahn le cortó camino con la moto. Volvió sobre sus pasos, entró otra vez a la misma casa de la esquina. Y allí se desencadenó el ataque: Spahn tiró la moto a un costado, lo encaró con el cuchillo y le aplicó tres puñaladas certeras: una en el cuello, dos en el tórax.

Dos vecinos, entre ellos el dueño de casa, tomaron a Spahn por detrás y lo redujeron. La policía estaba en camino porque ya había sido alertada y la comisaría queda a escasas 5 cuadras del lugar del hecho. La mujer dueña de casa se ocupaba de atender a Gonzalo, tratando de comprimir las heridas por donde se escapaba la vida del "Colo".

Hubo dos vecinos por lo menos que vieron en vivo y en directo el crimen. Otros aportaron datos de las corridas y los gritos del "Colo" pidiendo auxilio. Todos coincidieron en la misma descripción: Spahn armado con un cuchillo brillante de hoja grande, montado en la Honda Wave azul, gritando que le habían arruinado la vida, persiguiendo a su víctima con determinación homicida. Spahn fue detenido en la misma escena del crimen, mientras Gonzalo agonizaba en el piso. El cuchillo fue secuestrado, los testimonios coinciden. Para el juez, con eso alcanzaba para probar sobradamente la materialidad y la autoría del hecho.

Fiscal Martín Castellano: el caso está totalmente esclarecido.
Fiscal Martín Castellano: el caso está totalmente esclarecido.
Un ataque demencial

¿Por qué se produjo el ataque? Edgardo, el padre de Gonzalo, aseguró a RAFAELA NOTICIAS que su hijo nunca denunció a Spahn ante nadie. "Este psicópata no se comunicaba con nadie, vivía como un ermitaño. A veces desaparecía varios días, nadie sabía lo que hacía. Era un hombre solitario, siempre muy solitario", detalló. Según la familia, Gonzalo sólo una vez habló con Spahn y fue para pedirle que bajara la música -dado que las viviendas de víctima y victimario están a poco metros-, a lo que Spahn había accedido.

Spahn pidió hablar (ver nota "Las absurdas explicaciones..." ) y de allí se desprende lo que habría sido su motivación para el salvaje ataque. El homicida aseguró que el pueblo entero estaba "complotado" en su contra, que no podía conseguir trabajo porque le habían hecho mala fama y lo vinculaban con hechos ilícitos pese a que no registra antecedentes policiales. ¿Por qué atacó a Gonzalo, entonces? ¿Encarnó en él su resentimiento hacia los que supuestamente dificultaron su integración a la comunidad? De su confusa declaración se desprende que el disparador de su ataque habría sido la instalación de cámaras de seguridad en la vivienda de Gonzalo, que había decidido -como muchísimas familias hacen- colocar una cámara en la puerta de su casa. Spahn habría interpretado que esas cámaras eran para vigilarlo a él. Más aún, manifestó haber visto a Riato hablando por teléfono como "organizando algo" en su contra: en realidad, Gonzalo estaba hablando con un familiar con el que se iba a encontrar para compartir la cena. Se desconoce de dónde sacó Spahn la versión de que Gonzalo lo había denunciado a la policía. Y aunque se quebró al mencionar su pedido de disculpas por el crimen, más lloró al mencionar a su hija de 9 años: "ahora perdí todo, mi libertad y todo lo que me quedaba", manifestó entre sollozos.

Los argumentos de la defensa, que pidió la libertad con medidas alternativas para Spahn, no admitían más que la lógica de la formalidad. Antes, el fiscal Castellano había dejado abierta la puerta para pedir agravantes a la figura de homicidio simple, una vez que se analice si el hecho de que Spahn esperara a la víctima armado no constituye una premeditación, y si la forma en que corrió y persiguió a la víctima configura un indicio de alevosía.

El juez Bottero, que volvió a escuchar el desgarrador pedido del padre de la víctima para que se haga justicia "y este psicópata se pudra en la cárcel", interpretó -como todos los presentes en la sala-que la declaración de Spahn tenía la fuerza de una confesión y, con argumentos jurídicos exigidos por la ley, dispuso la prisión preventiva del acusado.

 

Homicidio Lehmannm

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