"La Celestina, tragicomedia de Lita" es una reinterpretación magnífica del clásico de Fernando de Rojas que rompe los moldes de la tradicional separación entre escenario y público. Mediante una hábil combinación de elementos del clown, la obra atrae a la audiencia en un viaje íntimo y poético que está lejos de ser una mera observación pasiva. Es una verdadera aventura que involucra al público, lo sumerge en la trama y le permite formar parte de la historia.

El personaje de Lita, una payasa tendida en el piso, se encuentra al borde de la muerte y sin fuerzas, pero a pesar de ello, irradia una vitalidad y una capacidad para conectar con la audiencia que es realmente cautivadora. Su desempeño en escena, caracterizado por la risa a través del dolor, no solo provoca la carcajada, sino que también suscita la reflexión.

La adaptación de esta obra a la estética del clown añade un nivel de dinamismo y accesibilidad que la distingue. Lejos de ser una mera reinterpretación, "La Celestina, tragicomedia de Lita" reimagina el texto clásico en un formato fresco y llevadero que, sin duda, logra captar la atención del público.

El uso del dispositivo escenográfico, un gran espiral suspendido que forma figuras sorprendentes, añade una dimensión adicional de asombro a la experiencia. Además, la puesta en círculo y la participación del público refuerza la intimidad y el carácter único de la obra.

En definitiva, "La Celestina, tragicomedia de Lita" es una obra de arte en sí misma, que rescata la belleza y la profundidad de un clásico literario y lo combina con la espontaneidad y la emoción del teatro clown. Todo ello hace que esta interpretación de La Celestina sea, en palabras de un espectador, "una obra hermosa que la rompió". Una obra que transforma la risa en reflexión, la participación en poesía, y el teatro en una experiencia única e irrepetible.