Ximena Frois es coordinadora Provincial de Educación Sexual Integral (ESI) que, en el organigrama del Ministerio de Educación, se ubica en la Subsecretaría de Desarrollo Curricular y Formación Docente conducida por Patricia Peteán y en la Secretaría a cargo de Víctor Debloc.
Este dato aparentemente formal, para Frois es sustancial: "A partir de esta gestión en el ministerio, con la conducción de Adriana Cantero, la ESI comienza a ser una política pública integral". Esto significa que ya no ocupa un compartimento específico y aislado, sino que se inscribe en una estrategia "para garantizar el derecho de niños, niñas y adolescentes a recibir educación sexual integral. Eso nos posiciona en otro lugar dentro del Estado".
Se la escucha entusiasmada del otro lado de la línea telefónica -la virtualidad a veces rige también para las entrevistas-, mientras explica la composición del diagrama ministerial del que forma parte, "porque habla de la transversalización efectiva de la ESI en la formación docente y en el diseño curricular".
Y la charla se extiende a distintos momentos de la gestión que arrancó en diciembre pasado pero cuyos plazos parecen alterados en medio de una pandemia. Por eso conviene resumir algunos conceptos en tres instancias.
El antes: una refundación
Inevitablemente, y como en todos los órdenes de la actividad pública y privada, la declaración de la pandemia y con ella el aislamiento social, preventivo y obligatorio, supuso un punto de inflexión. "Todo lo que veníamos haciendo se tuvo que redefinir, cambiaron las agendas de todos, de la práctica educativa y de la ESI. Pero tener una comunidad organizada jurídicamente, que es el Estado, nos permite estar mejor preparados en la crisis", advierte.
La pandemia, el aislamiento, la desestructuración general de la normalidad hicieron necesario volver a salir a construir lazos, en muchos casos de relaciones que recién habían comenzado a establecerse.
En la provincia, la ESI se apoya en un equipo de 36 integrantes -que fueron titularizados hace prácticamente un año, durante la anterior gestión de gobierno-, con sendos subequipos en el centro-norte y en el sur. Y también en una mesa interministerial, convocada por la Dirección de Igualdad y Género, para el acompañamiento, cuidado e intervención en relación de niños, niñas y adolescentes, "que va a ser una línea de acompañamiento a la niñez libre", define. Y amplía: "Nos convocaron para trabajar en cómo informar, trabajar con escuelas y familias en la visibilización de los derechos y cómo custodiar esos derechos".
El durante: reformular
Pero como se dijo la pandemia y el aislamiento modificaron el escenario y, con ello, obligaron a un replanteo. "La ESI tiene un pie en la gestión territorial, que son los programas socio educativos -a cargo de Vanina Flesia. En el marco de la ESI había que reformular su funcionamiento en el nuevo contexto. Desde la perspectiva que nos otorgan los estudios de género, era posible prever que iban a aumentar las violencias en el marco del espacio doméstico, que es donde se despliegan los hechos de agresión física que pueden terminar en femicidios", señala Frois.
Y explica que, más allá de la estrategia del Estado -nacional y provincial- para reconstruir tramas de relaciones y sostener a las personas encargadas de ello, "en el plano estrictamente educativo de la ESI se potenciaron líneas que, si bien estaban en gran parte del discurso, tomaron relevancia inédita en este momento". Como este concepto de "enseñar cuidando y cuidar enseñando".
"Todos hicimos el esfuerzo, las familias, las escuelas y docentes" que coincidió, según resalta, en "sostener ese pedacito de escuela todos los días en la casa, con un fuerte mérito de la docencia, con esta idea de la familia y la escuela como aliadas en el cuidado de la niña, el niño y adolescentes. Esto es para ESI la ética del cuidado, entendida como una iniciativa comunitaria para atender a quienes son más vulnerables en una situación de crisis, como la que estamos atravesando".
Frois hace hincapié en que, desde la ESI, se pusieron en valor cuestiones como la afectividad, el cuidado del cuerpo y la salud, junto con la perspectiva de género "para aportar otra mirada ante las injusticias y desigualdades que podían estar ocurriendo en ese momento, como la sobrecarga en las tareas de cuidado en las mujeres".
"Tomamos este eje temático de la ética del cuidado con perspectiva de género y respeto de la diversidad y acciones específicas, como se hizo para los diez años de la Ley de Matrimonio Igualitario (el 15 de julio) y para el día de educación no sexista (el 21 de junio)", ejemplifica.
Sin embargo, este contexto sanitario y la necesaria virtualidad dejó al descubierto otras carencias: "Hay una brecha digital enorme, y esta desigualdad se hizo palpable, no solamente entre niños y niñas, sino para la docencia también. Creo que ahí fueron importantes los cuadernillos como una rápida respuesta política".
El inventario arroja que se produjeron 700 mil cuadernillos, en los que el equipo de ESI realizó un aporte general. Para la segunda e inminente tanda -prevista para septiembre-, ya será más específico, a través de materiales referidos a género, derechos humanos y diversidad, consistentes con las transversalización asignada a la ESI.
Y habrá un cuadernillo más para 7º, uno de los grupos priorizados por la resolución nacional 364, sobre la base de que "hay algunos grupos que están en una situación más precaria. El confinamiento ha afectado a todas las infancias, pero más a quienes están en 1º de la primaria o en 7º".
Mientras tanto, "surgió con fuerza entre la ministra Cantero y Jorge Llonch, de Cultura, la idea de potenciar EducActiva en el canal de la provincia, para tener un pedacito de escuela todos los días a la mañana y a la tarde", agrega Frois. Y destaca que la ESI tuvo un capítulo especial (el 20) donde trabajamos los secretos con la canción de Canticuénticos para el nivel Inicial; cuentos no sexistas para la primaria, y la construcción de vínculos entre pares para secundaria.
¿Y después?
"Entre los ejes de la ESI está el de valorar la afectividad que hoy cobró una preeminencia y vitalidad en el discurso de las y los estudiantes del secundario. Hace unas semanas participamos de una reunión con centros de estudiantes, donde hablamos de cómo se imaginaban el regreso a la escuela: están pensando en cómo acompañar y sostener a sus pares, haciendo de nexo con la docencia y apoyando a quienes les invade la desesperanza, porque sienten que se les cae un proyecto de vida. Ellos van a ser nuestros aliados en la ESI, porque pusieron el valor de la afectividad por sobre otras cosas", confía Frois.
La cuestión no es menor, ya que este contexto genera "mucha ansiedad, mucho malestar y es necesario ponerlo en palabras. Si hay algo que aprendimos como sociedad es que lo más necesario es un abrazo, un encuentro con el otro. Esta pandemia ha puesto de relieve la importancia del vínculo. Por eso hablamos de la pedagogía del cuidado, de la ética del cuidado, que empieza a tomar una dimensión muy nítida y palpable. Y tratamos de hacer de eso una oportunidad", dice.
Si bien se debaten protocolos y se afinan contenidos, la vuelta a clases aún es una incógnita: "La afectividad y hablar de los miedos y angustias va a ser muy importante", anticipa Frois y apunta que "habrá que agudizar la inteligencia del Estado para ir a buscar a estos niños y niñas que sabemos que ya se venían cayendo del sistema educativo"