Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Educación

Educación: cuando la realidad y las decisiones políticas no van de la mano

OPINIÓN. Los docentes se enteraron por los medios que el 1 de diciembre vuelven los encuentros presenciales en las escuelas. Las instituciones no recibieron los cuadernillos de trabajo ni los kids sanitarios. Y en la práctica "reestablecer el vínculo pedagógico" del que habla el gobierno es una misión imposible. 

Por Julio Armando. No es poco el malestar que existe en supervisores, directivos y docentes santafesinos por la decisión que tomó el gobierno provincial respeto a la forma de comunicar las decisiones que toma. Primero elige hacerlo a los medios de comunicación y de ahí a la comunidad, dejando para lo último a quienes tienen que implementar esas decisiones. Es decir que supervisores, directivos y docentes se enteran por los medios de comunicación, o porque los propios padres empiezan a preguntar, lo que tienen que hacer. Un ejemplo claro es lo que pasó en los últimos días con la supuesta "vuelta a la presencialidad" declamada por la Provincia, anunciada primero oficialmente en los medios de comunicación con decreto y todo, y luego dada a conocer en las escuelas. Esta manera de comunicar se repitió durante toda la pandemia. Lo que se puede interpretar a esta altura es que el método comunicacional utilizado se trata de una forma de gestión planificada y no de una mera causalidad. Acá no hablamos de que los decretos se "filtran" y se conocen primero en los medios, sino que llegan de manera oficial primero a las mesas de redacción antes que a las escuelas. 

 

Pero la manera de comunicar que eligió el gobierno no es el único malestar que existe en la docencia, sino también el hecho de que los anuncios efectuados suelen ser poco viables (por usar un término moderado) de implementar. Por un lado porque es la misma realidad escolar la que se contrapone a lo que se pretende instrumentar, y por otro lado aparece el deficiente funcionamiento del Ministerio de Educación. Un ejemplo de esto es lo anunciado respecto a que en estos "encuentros cuidados", que teóricamente empezarán el 1 de diciembre, los docentes le entregarán a los alumnos cuadernillos de trabajo elaborados por el Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe, algo que a esta altura ya no es posible, debido que ese material no solamente no llegó todavía a las escuelas, sino que parte del mismo (de segundo a sexto grado de primaria) ni siquiera está disponible de manera virtual para que los docentes lo analicen. ¿Qué hace pensar que llegarán a todas las escuelas de la provincia en dos días? No hay logística que alcance. Además se trata de un cuadernillo que se entregará los primeros días de diciembre y que está planificado para 8 semanas. Las fechas no cierran por ningún lado.  Lo mismo pasó con los primeros cuadernillos de actividades, que fueron entregados en junio con fecha de abril, es decir, llegaron dos meses más tarde a las escuelas. La pregunta es ¿por qué el Ministerio de Educación que tiene todos los recursos materiales y humanos disponibles tarda tanto en armar 40 hojas de actividades?

¿Son posibles los "encuentros cercanos" que propone el gobierno desde el 1 de diciembre? Pensemos en una escuela promedio de Rafaela que cuenta con 40 alumnos por curso. Se deben armar 5 grupos de 8 estudiantes cada uno para asistir a la escuela una hora y media cada grupo. Es decir, serían 7 horas  y media de clases en total, algo que no es posible, por lo que deberán alternarse los grupos. Si del 1 al 15 de diciembre (sacando jornadas ministeriales, fines de semana y feriados) quedan 7 días hábiles, cada grupo asistirá 3 o 4 días en lo que queda del año. Ni hablar del movimiento constante de alumnos y padres que esta decisión va a generar durante toda la jornada educativa, con ingresos y egresos escalonados cada una hora y media.  ¿Con qué fin todo esto? Según la palabra oficial es para reestablecer el "vínculo pedagógico", ¿en una hora y media, en 3 días, con barbijo, mascarilla y conservando los dos metros de distancia? Pero no sólo eso, posiblemente algunos alumnos cuando lleguen a su aula ni siquiera se encuentren con su docente, ya que el mismo puede estar exceptuado de asistir a trabajar por ser grupo de riesgo. ¿y quién lo reemplaza en ese caso? Algún otro docente que esté en la institución, que a su vez ya tiene su grupo asignado, o algún maestro de otra área. ¿y el vínculo pedagógico?

Pero los malestares docentes, y de directivos principalmente, no terminan acá. Porque varias escuelas todavía no han recibido los kits sanitarios para volver a la presencialidad. Lo indispensable como son las mascarillas y los termómetros, por ejemplo, no llegaron. Algunos directivos ya han decidido gastar dinero de la cooperadora para comprarlos, en tanto otros se resisten, entendiendo que es el Estado el que tiene que garantizar estos elementos. 

El agravante en Rafaela y la región, a todo lo planteado hasta acá, es que hace 4 meses que la Regional III de Educación no tiene Delegada, siendo administrada por la supervisora de mayor antigüedad que a su vez tiene las tareas inherentes a su función original. 

No parece haber demostrado hasta el momento, la gestión educativa actual, un rumbo claro. Tomando decisiones a destiempo y distantes de la realidad que se vive en las escuelas y mostrando algún atisbo de improvisación en ciertas áreas. Una gestión de escritorios impolutos de polvo de tiza, que tiene todavía margen para cambiar, para barajar y dar de nuevo, para planificar el próximo año con los pies en las  aulas.  

Te puede interesar

Teclas de acceso