Según los últimos datos oficiales del 2024, por primera vez en la historia, los argentinos consumieron más pollo que carne vacuna. Las estimaciones, basadas en el cruce de datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCRA), reflejan una caída histórica en el consumo de carne bovina, que pasó a un promedio de 48,5 kilogramos por persona en 2024, frente a los 49,3 kilogramos de carne aviar.
Este cambio se traduce en el nivel más bajo de consumo de carne vacuna en los últimos 28 años, según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), lo que marca una clara tendencia a la baja. De hecho, en las décadas pasadas, el promedio de carne vacuna en la dieta argentina superaba los 80 kilos per cápita, con picos que alcanzaban los 84 kilos entre 1950 y 1980.
A pesar de este descenso en el consumo de carne vacuna, Argentina sigue figurando entre los países con mayor consumo global de carnes. De acuerdo con los datos más recientes, el país mantiene una impresionante cifra de 115 kilogramos de carne por persona al año, ocupando el segundo lugar mundial, solo superado por los Estados Unidos (120 kilogramos).
El pollo y el cerdo: las carnes que ganan terreno
Aunque el consumo de carne vacuna ha disminuido, el pollo y el cerdo siguen ganando terreno. En 2024, los argentinos consumieron 49,3 kilos de pollo por persona, una cifra récord, pero aún lejos del podio de los países líderes en demanda de carne aviar.
Por otro lado, la carne de cerdo también ha experimentado un aumento en el consumo. En los últimos 12 años, la demanda de cerdo se duplicó, alcanzando un promedio de 17,7 kilos por persona en 2024. Sin embargo, Argentina se encuentra lejos de los principales consumidores de cerdo, liderados por Corea del Sur, donde el consumo anual per cápita asciende a 42,7 kilos, lo que coloca a Argentina en el puesto 19° en el ranking global.