Los altos precios de la carne vacuna fueron uno de los principales temas en la agenda previa a las Fiestas, debido a la fuerte incidencia que tienen las carnes en la dieta de los argentinos. Y si bien las carnes vacunas lideraron la estampida de precios, en los últimos días también se registraron fuertes aumentos en pollos y cerdos.
Los analistas de mercado saben que las fiestas son una temporada “alta” para la venta de carnes. Y también hacen mención a que una de los últimos “gustitos” a los que renuncia una familia tipo en épocas de crisis es al famoso asado. Sin embargo, con cortes de asado que fluctúan por encima de los 7 mil pesos el kilo, la caída del consumo ya es evidente y se nota en incluso a simple vista en los lugares más concurridos de Rafaela, como son las carnicerías más populares de la ciudad, y los puestos de venta de los frigoríficos.
Frente a este panorama, los empresarios frigoríficos afirman que el precio tiende a la baja y seguirá en esa tendencia producto de dos factores. El primero es la mencionada merma en el consumo que se registró en la góndola de las carnicerías, que en muchos casos obligó a frenar los aumentos y a que no pocos carniceros tuvieran que achicar al máximo los márgenes de rentabilidad. El otro, es la gran baja del precio en la hacienda en pie, el cual se hizo sentir en las últimas horas en la magnitud de un 20%.
Con estos factores sobre la mesa, frigoríficos de la provincia afirmaron que el precio del asado para fin de año en carnicerías y supermercados locales rondará entre los 6.000 y 7.000 pesos el kilo para los cortes más consumidos, que podrían ser menores para los casos de carne de animales más grandes..
Frigoríficos sostienen que la hacienda en pie encontró un techo debido al freno en el consumo y comenzó a desandar un sendero a la baja. En ese escenario, desde el sector estiman que en los próximos días también se observará una retracción en los valores de la carne, dato clave no sólo por la cercanía a la fiesta de Año Nuevo , sino también por el peso que tiene la propia carne dentro de la canasta de alimentos y su incidencia en la inflación.
Un factor no desdeñable es que si bien ya se notó la merma en la previa de Navidad, muchas familias utilizaron los aguinaldos para reforzar el presupuesto de la cena navideña. Para Año Nuevo ese aporte extra estará gastado y habrá que ajustarse más el cinturón.
Cabe destacar que a principios de diciembre, el precio del kilo de la hacienda en pie provista a los frigoríficos subió hasta un 40%, costos que se trasladaron en gran magnitud a la góndola de los santafesinos. De esta forma, el promedio de los cortes vacunos más consumidos escaló por encima del 30% en varios casos, con un kilo de asado que llegó a superar los $8.000 en algunas carnicerías.
Hablando de la merma en el costo de la hacienda en pie, en los últimos siete días, los novillos retrocedieron en promedio a $1.456 bajando un 10%, los novillitos a $1.489 (17%); y las vaquillonas, $1.422 (16%).