El día llegó. Juan Román Riquelme tuvo al fin su partido despedida. El que tanto esperó luego de su retiro del fútbol. "Esto es mucho para mi. Sin ustedes no podría vivir", dijo el 10, solo en el medio de la multitud.

En el titulado "Un partido para toda la vida", Riquelme dijo adiós oficialmente, con la pelota y los cortos, ante 55 mil hinchas que no olvidarán este día en la Bombonera. A nueve años de abandonar la actividad, el ídolo xeneize y actual vicepresidente se dio el gusto de jugar el último picado con Lionel Messi de invitado de lujo.

Los campeones del mundo dijeron presente. Messi, Angel Di María, Leandro Paredes y Lionel Scaloni jugaron para el equipo de la Selección Argentina y recibieron una enorme ovación. También estuvo Pablo Aimar, amigo y compañero de Riquelme en su paso por el seleccionado nacional.

Del lado de Boca, estuvieron figuras históricas, como Oscar Córdoba; Jorge Bermúdez, Blas Giunta y Gustavo Barros Schelotto.

Durante el partido, se escucharon los aplausos y los ruegos de los hinchas xeneizes para que Messi se ponga la de Boca.

Al finalizar el encuentro, siguieron los homenajes: una torta de cumpleaños compartida para el capitán argentino y para Riquelme, que cumplieron años el 24 de junio, con unas emotivas palabras hacia Leo.

Con la número 10 y el nombre de Maradona sobre el dorsal, en homenaje a Diego, quien se había despedido luciendo la de Román en 2001, no se olvidó de sus comienzos: "Le agradezco a José (Pekerman) por todo lo que me enseñó de chico". Y tampoco de sus técnicos preferidos, Alfio "Coco" Basile y Carlos Bianchi: "Este señor de gorra y barba me enseñó de fútbol y de la vida, y Carlos fue el culpable que nos acostumbró a ganar siempre".

"Tuve la suerte de que el 10 de noviembre de 1996 entré en una película, la más linda que le puede pasar a una persona", cerró.