Sucede que surgieron algunas dudas por las condiciones de los cultivares, como consecuencia del daño registrado después del déficit hídrico y el estrés térmico soportado durante el ciclo. Se observaron lotes con chauchas abiertas, granos manchados, desarrollo de cebadilla criolla y también, soja emergida.
Los rendimientos no superaron los 3-5 qq/ha, por lo que se evaluó en cada predio costos, beneficios y en muchos casos se resolvió la no recolección de la oleaginosa.
Hasta la fecha se alcanzó un grado de avance del 90 %, con un adelanto intersemanal de 5 puntos y un retraso de 10, comparado con la campaña pasada.
En el período, los rendimientos promedios no variaron y oscilaron, y esta es una suerte de radiografía:
Sur: departamentos San Martín y San Jerónimo, entre 6 – 8 qq/ha hasta 14 – 16 qq/ha y lotes puntuales de 22 a 25 qq/ha, con un avance que llegó al 100 %.
Centro: departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital, entre 3 – 5 qq/ha hasta 12 – 15 qq/ha y lotes puntuales de 17 a 18 qq/ha, con un avance que alcanzó el 95 % y
Norte: departamentos Nueve de Julio, Vera, General Obligado y norte de San Javier, 7 – 9 qq/ha hasta 21 – 22 qq/ha y lotes muy puntuales de 28 a 30 qq/ha, en general, se consolidó el aumento de los rendimientos obtenidos las semanas anteriores y se avanzó hasta el 85%.
El pulso del maíz
Las heladas del período permitieron que un alto porcentaje de lotes de maíz tardío ingresaran al estado de senescencia, pero restaría la pérdida de humedad de los granos, para su total recolección.
En algunas zonas continuó el proceso de cosecha que había comenzado la semana anterior. Hasta la fecha se alcanzó un grado de avance del 5 %, con un adelanto intersemanal de 5 puntos y un retraso de 20, comparado con la campaña pasada.
Los rendimientos promedios obtenidos oscilaron en mínimos de 7 – 9 qq/ha a máximos de 21 – 22 qq/ha, con algunos puntuales que llegaron a los 30 – 45 qq/ha.
Los valores fueron muy heterogéneos, siempre en relación con los montos de las precipitaciones acumulados, particularmente fueron los maizales sembrados en primera instancia los que obtuvieron mejores resultados.
El proceso de picado/embolsado del cereal de segunda para autoconsumo, continuó lentamente porque mejoraron las condiciones ambientales en las áreas de las cuencas lecheras santafesinas. Los rendimientos promedios fluctuaron entre 7 – 9 y 10 m/bolsa/ha.
El período que se transita, con buenas condiciones climáticas, favorecieron el continuo movimiento de equipos y sembradoras en toda el área de estudio.
En trigo, el agua útil en la cama de siembra se mantuvo por lo que prosiguió la implantación del trigo en las distintas zonas, registrándose un mayor porcentaje en los departamentos del sur y centro del SEA.
Hasta la fecha se alcanzó un grado de avance del 65 %, unas 292.500 hectáreas, con un progreso intersemanal de 20 puntos y un adelanto de 15, comparado con la campaña pasada.
En el área del SEA, la intención de siembra de trigo alcanzaría las 450.000 hectáreas, por lo que registraría un incremento de 80.000 ha con respecto a las implantadas el año anterior, que fueron 370.000, por lo que se alcanzaría desde el 18 a un 20 % más de superficie cubierta.