Soledad, mamá de Nirvana, relató a Rafaela Noticias el proceso que está atravesando su hija en Buenos Aires, luego de recibir una llamada del Hospital Garrahan, que las convocó a viajar a la ciudad para iniciar el tratamiento que podría mejorar la calidad de vida de Nirvana. Desde el 9 de enero, las dos se encuentran en la capital, esperando la cirugía. A pesar de los cambios de fecha y los obstáculos imprevistos, la madre no pierde la esperanza y sigue luchando por el bienestar de su hija.
Nirvana, una niña de 7 años con una condición de escoliosis severa, se encuentra en tratamiento para la colocación del Halo, un procedimiento que busca estabilizar su columna. Inicialmente, la familia había recibido la información de que la cirugía se realizaría el 16 de enero, pero, tras varios cambios de fechas, la intervención fue reprogramada para el lunes 20 de enero. Soledad no oculta su frustración ante los constantes ajustes en el cronograma, pero subraya la importancia de cada paso en este proceso.
"Es difícil porque en un principio nos dijeron que íbamos a estar internadas solo unos días, pero ahora nos dicen que después de la colocación del Halo estaríamos solo 5 o 6 días internadas y luego nos darían el alta ambulatoria", explicó Soledad, visiblemente cansada pero firme. "La situación nos ha llevado a quedarnos aquí, en Buenos Aires, mucho más tiempo del que pensábamos. Vamos a estar solas, porque el papá viajó el fin de semana y va a ver si puede regresar con el dinero necesario para quedarse con nosotras."
El proceso que enfrentan madre e hija es largo y emocionalmente desafiante. Nirvana, además de su escoliosis, padece alopecia areata, un trastorno que causa la caída del cabello en momentos de estrés. Soledad teme que la situación emocional de su hija empeore debido a la distancia con su papá y a la incertidumbre que rodea el tratamiento. "Ella sufre de depresión cuando no ve a su papá, y eso me preocupa mucho", compartió Soledad, mostrando la dedicación y el amor que pone en cada detalle del proceso.
A pesar de las dificultades, la madre se muestra agradecida por el apoyo de la comunidad y la empatía que recibe. "Siempre estamos acompañadas por la gente de nuestra ciudad, por nuestros seres queridos. Sé que no estamos solas, y eso nos da fuerzas", afirmó con esperanza. Soledad también resaltó la importancia de la colaboración de instituciones como Casa Garrahan, aunque reconoció que no siempre las posibilidades son suficientes. "Casa Garrahan solo permite que un papá esté, pero mi hija necesita a ambos padres cerca, es fundamental para su bienestar."
El tratamiento de Nirvana no es solo una cuestión médica, sino también emocional. Soledad ha hecho todo lo posible por asegurar un entorno lo más estable posible para su hija, y aunque las dificultades no cesan, no pierde la esperanza de que el resultado final será positivo. "Sé que este es solo un paso, y que vendrán más cirugías. Pero lo más importante es que la calidad de vida de Nirvana no siga empeorando. Queremos que pueda seguir caminando y respirando por sí misma", afirmó.
El viaje de Nirvana hacia la esperanza
En medio de todo este proceso, la familia sueña con un futuro distinto. "Rezamos todos los días y pedimos a Dios que nos dé la oportunidad de salir del país, para que el tratamiento de Nirvana sea diferente, más efectivo", confiesó Soledad, quien no pierde la fe en que algún día existirá una solución más concreta para su hija. "Sabemos que España es un sueño lejano, pero seguimos luchando por ella, por su salud, por su futuro."
