La compra informal de elementos, ya sea de electrodomésticos, motos, celulares o bicicletas, no hace más que incentivar el mercado negro basado principalmente en el robo de objetos que luego son puestos a la venta a un precio mucho menor que el del mercado formal, y por supuesto tentador para los posibles clientes. Algo que por otra parte, debería levantar las sospechas del comprador respecto al origen del producto a adquirir.
Este sábado por la noche, según pudo conocer RAFAELA NOTICIAS, la GUR y la Policía de Acción Táctica realizaron un operativo en calle Ramón y Cajal, donde un hombre entregó una SLP 300 PRO que había sido robada el viernes desde calle Woodgate al 2300 desde un garaje. El masculino manifestó que al vehículo se lo había comprado a un sujeto de Sunchales por 7 mil pesos, el cual prometió entregarle los papeles más adelante, algo que nunca hizo. Una bicicleta que en el mercado blanco supera los 40 mil pesos.
Pero no fue el único caso registrado este fin de semana con características similares. En el DIAT del barrio 2 de abril, una joven sufrió el robo de una SLP rodado 29 también el día viernes. Una amiga de la víctima al pasar por canchas de fútbol ubicadas en Lincoln y Vieytes, divisó el vehículo y dio aviso a la GUR, y desde allí llamaron a la policía. Al acercarse al lugar la verdadera dueña de la bicicleta la reconoció como propia, por lo que hubo que esperar para ver quién circulaba en el vehículo robado ya que tenía el candado colocado. Luego de unos minutos apareció una joven de 20 años que vive cerca del DIAT (donde había sido el robo) quien afirmó que a la bicicleta la había permutado con dos menores de edad desconocidos, a los que ella les dio un celular. Menores que dijo no conocer.
Dos simples hechos ocurridos este fin de semana son una muestra de lo que se necesita muchas veces para cortar con el círculo de la inseguridad, que en ocasiones no alcanza con atrapar a "los malos", sino con terminar con la complicidad de "los buenos".