Por Julio Armando
Era todo alegría en el centro de Rafaela por la obtención de la Copa América por parte de la Selección Argentina. Bocinazos, cánticos, niños cargados en los hombros de sus padres agitando banderas, repiqueteos de bombos y hasta un trompetista improvisando una melodía rodeado de un coro entusiasta. "Muchachos, hoy nos volvimos a ilusionar", se repetía una y otra vez en el ambiente, y hasta en un arrebato de patriotismo sonó el Himno Nacional. Un lunes atípido en Rafaela, como en todo el país, de vacaciones para los más jóvenes, pero de trabajo para la mayoría de la gente que miraba de reojo el reloj y contaba las horas que quedaban de sueño.
Cuando ya empezaba a desconcentrar gran parte del público de la esquina de Bv. Santa Fe y Pueyrredón, típico epicentro de los festejos futboleros, comenzaron las corridas. Algo había pasado. Los patrulleros policiales que hasta el momento se habían mantenido al margen, en las inmedicaciones de la concentración, ingresaron a toda velocidad hacia donde estaban los festejos para resguardar al frente de un comercio cuya vidriera fue destrozada, en la vereda norte del bulevar. Pero este incidente no menor, no hizo que culminaran los saltos y los cánticos de un grupo de jóvenes que seguía festejando.
Hasta que volvieron las corridas, detrás le siguieron las balas de goma de la policía y los ladrillados de los "hinchas" que volaron hacia todos lados. Al menos un patrullero terminó con la ventanilla rota, y otro comercio sufrió daños en la estructura que sostiene los toldos de las vidrieras. A fuerza de detonaciones, el centro se fue despejando, quedando vidrios rotos en el piso, botellas tiradas y otros tipos de desechos desparramados por el bulevar. Los violentos siguieron ocasionando daños y tirando piedras mientras se retiraban del centro, en otros lugares de la ciudad.
La tradicional esquina de Bv. Santa Fe y Pueyrredón terminó plagada de policías y patrulleros, cortada al tránsito y con peritos sacando fotos de lo que quedó de los festejos, del lado b, del lado que no debió estar.