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Policiales

Crónicas policiales de Rafaela: La historia de una pelea, un asesinato y un suicidio

En agosto del 2017, Federico Juárez, era asesinado de una puñalada en el tórax. Su matador, Cristian Peralta, rodeado por la Policía, se quitó la vida de un disparo. Detalles de un hecho que contó en exclusiva Rafaela Noticias.
Agrandar imagen El lugar del hecho, ubicado en el oeste de la ciudad.
El lugar del hecho, ubicado en el oeste de la ciudad. Crédito: Archivo RN

Hace 6 años atrás, un apacible domingo de agosto, cuando la ciudad empezaba a despertarse y el reloj no alcanzaba a marcar las 7:30 de la mañana, Rafaela se vio sacudida por un violento hecho de sangre que, hasta el día de hoy, sigue presente en la memoria de los periodistas de Rafaela Noticias que cubrieron el suceso de manera exclusiva.

El archivo de Rafaela Noticias cuenta que, cuando el sol empezaba a entibiar la ciudad, Federico Juárez, de 24 años de edad y apodado “Cuffieti”, llegó a bordo de una motocicleta a una finca ubicada en calle Cerdán al 1900 muy cerca de la intersección con calle 500 millas, en barrio Güemes, armado con una pistola.

 

 

 

 

Los relatos recogidos por este portal ese 27 de agosto del 2017, señalaron que, al llegar Juárez, se trenzó en una pelea con un grupo de personas que se encontraba en el lugar; y producto de esa reyerta, salieron heridos dos hombres, de 23 y 40 años de edad, que fueron trasladadas al Hospital Jaime Ferré para ser intervenidas quirúrgicamente.

En tanto, durante esa pelea, de la cual no trascendieron los motivos, apareció Cristian Peralta, un hombre de unos 25 años apodado “el santafesino” y que se encontraba en libertad condicional por un caso de homicidio cometido anteriormente. Armado con un cuchillo, le propinó dos certeras puñaladas a “Cuffieti”: Una en el tórax y la otras en la espalda, que sellaron el destino fatal de Juárez.

El cuerpo quedó tendido en la vía pública. Así lo encontraron los peritos de la entonces Policía de Investigaciones (hoy Agencia de Investigación Criminal), que constataron el fallecimiento.

En ese entonces, el Fiscal a cargo de la investigación era Carlos Vottero (hoy Fiscal Regional) quien había tomado conocimiento de lo ocurrido por una comunicación de la Comisaría 13, con jurisdicción en ese populoso barrio del oeste de Rafaela.

Un capítulo más a la trama

Pero al caso todavía le faltaba un giro macabro que mostrar. Es que, mientras los investigadores se encontraban recabando entrevistas de testigos y juntando material probatorio para avanzar en la investigación, un llamado al 911 puso de sobre aviso que el matador de Juárez se encontraba escondido en una vivienda cercana a donde habían ocurrido los hechos.

Anoticiado de la novedad, el Fiscal ordenó a los agentes policiales que estaban en el lugar que procedan al arresto de Peralta, quien se había atrincherado en una habitación, con una pistola 9mm en la mano.

Esos segundos previos al ingreso, los policías se habían parapetado junto a la puerta, listos para irrumpir y reducir al “santafesino”, pero un estruendo seco los detuvo: al verse rodeado y sin posibilidad de huir, Peralta había tomado la determinación de quitarse la vida con un disparo en la cabeza.

El desenlace de la historia terminó casi como empezó: con balas y sangre. Dos historias que encontraron en la muerte, su lúgubre coincidencia. Cómo se escuchaba en la clásica obra de Shakespeare “Esos placeres violentos tienen un fin igualmente violento, y mueren en pleno triunfo, como el fuego y la pólvora, que, al besarse, se consumen.”

Fiscal Dr. Carlos Vottero - Homicidio en Rafaela
Cronicas policiales Rafaela Asesinato suicidio

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