“Nuestras obras más importantes no se
ven porque son los desagües por eso la gente no las recuerda”. Con
esa frase el exintendente Juan Carlos Borio solía rematar una charla
de las tantas que podía tener con la gente que lo encontraba en
algún lugar de la ciudad.
Si bien llegó a ocupar el sillón mayor,
los hechos lo pusieron en ese destino que aceptó y supo llevar
adelante conformando un gabinete de personas sencillas pero muy
comprometidas con la función pública cuyas vidas pasaron a ser el
pensamiento cotidiano para beneficio de la ciudad a cada instante.
Con sólo cinco secretarías realizó
gestiones valiosas: Concretó el acueducto Esperanza-Rafaela, la
ampliación de la red de agua corriente para los barrios de la
ciudad, ejecutó un plan de quinientas viviendas del FO.NA.VI y llevó
adelante la compra del edificio en el que hoy funciona el museo
histórico municipal.
El desempeño del contador Borio como
principal miembro del ejecutivo en esos tiempos fue reconocido por
pares, empleados municipales, ciudadanos rafaelinos, y cuanto
visitante conociera Rafaela. Y fue confirmado tiempo después siendo
electo concejal.
Hombre gentil y sociable, conocedor del
Plan Director que desde la intendencia marcaba rumbos decisivos para
lograr en la obra pública el crecimiento sostenido.
Supo imprimirle a su labor, no solo el
acercamiento al vecino sin necesidad de propaganda política, sino
desde un bajo perfil y prolija gestión, permitir que la ciudad
incremente sus entidades educativas y de servicio, así como el
acceso a la vivienda y el apoyo a numerosas y diversas actividades
culturales.
El PDP RAFAELA lo despide con total
reconocimiento a su honestidad y entrega a su ciudad por la que tanto
trabajó.