Esto es debido a que las entidades financieras son intermediarios entre el ahorro de los ciudadanos y las necesidades de financiamiento de la población.
Dentro del ahorro de individuos contamos a todos, desde los segmentos más adinerados de la población a aquellos de menores recursos, todos reciben el dinero en cuentas bancarias de las cuales siempre queda un sedimento que, por diversos motivos, formará parte del ahorro que luego se canalizará en préstamos para producir o consumir bienes ya producidos. Decimos toda la población ya que si, por ejemplo, un jubilado decide ahorrar un par de meses para hacerle un regalo a un nieto, deja el dinero su cuenta hasta que lo retire o compre con su tarjeta de débito.
Las empresas demandan financiamiento para poder producir y las familias para poder consumir, así como adquirir bienes durables como viviendas, electrodomésticos o vehículos. Esta necesidad de tomar préstamos será principalmente materializada en los Bancos con los que operan en otros servicios.
Sin embargo los préstamos al sector privado no crecen desde marzo del 2020, ni los destinados a inversión ni los que van al consumo, y esto es debido a que actualmente 9 pesos de cada 10 pesos que se depositan en el sistema financiero son absorbidos por el sector público para financiar su gasto. Es decir el 90% de los depósitos de todo el sistema financiero va a parar a títulos públicos, entre los que se incluyen Lelic, que son letras restrictivas respecto de la base monetaria y bonos que juegan un papel expansivo ya que son emitidos para financiar gasto público.
Esto es menos préstamos para el sector privado, de hecho los préstamos al sector privado, tanto de la banca minorista como mayorista, anualizados crecieron un 30%, mientras que el stock de pasivos del BCRA subió casi al 60%, ambos guarismos deben compararse con al inflación que se le acerca al 50% en dicho período.
No hay forma de que el país crezca sin fomentar el ahorro y la inversión, que son dos caras de la misma moneda. Las empresas crecen apalancándose con fondos de terceros, porque difícilmente y menos en estos contextos, inviertan fondos propios, principalmente por carecer de ellos. Sin esta herramienta tampoco se generará empleo y la economía continuará languideciendo.
Por su parte, los individuos carecen de préstamos para la compra de bienes durables como viviendas, electrodomésticos y vehículos.
En otras oportunidades explicamos porqué el exceso de “Estado Presente” nos genera la inflación insoportable que tenemos, hoy demostramos porqué este fenómeno deja sin crédito a la población, con menos inversión y menos empleo, así como también termina con sueños de vivienda propia, viajes y vehículos.
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