El problema inflacionario está repercutiendo directamente en las actualizaciones de los contratos de alquiler, siendo el último incremento del 60,95 por ciento anual, que implica un monto importante al bolsillo del inquilino. Lo que años atrás (antes de la Ley de Alquileres) significaba 5 o 6 mil pesos más de alquiler, hoy se traduce en más de 15 o 20 mil pesos, según la propiedad. Este 60 por ciento de actualización en agosto, sin dudas será más alto los meses que siguen porque el panorama inflacionario no es nada alentador en el país y el ICL (Índice para Contratos de Locación) que se utiliza para actualizar los contratos, seguirá subiendo.
Luis María Gutiérrez, Vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria perteneciente al Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, habló con RAFAELA NOTICIAS sobre el tema, comentando que en la actualidad para alquilar una vivienda en la ciudad de dos dormitorios se tiene que hablar de montos que van de los 45 a 55 mil pesos, y más también, según el tipo vivienda. Pero claro, antes de pensar en pagar ese precio hay que superar el primer escollo, que es justamente encontrar disponibilidad. "Hay pocos productos, porque el que tiene que renovar tiende a hacerlo, a negociar un buen precio y a quedarse en la vivienda y no tener que pasar por todo el proceso de mudanza. Lo que significa afrontar muchos gastos, ya sea tanto para dejar la vivienda en condiciones como para trasladarse a otra", expresó Gutiérrez. Las únicas viviendas que pueden llegar a conseguirse actualmente en Rafaela es cuando hay inquilinos que las desocupan "por motivos de traslados fuera de la ciudad o porque un estudiante deja la carrera y vuelve a su pueblo o porque vienen viviendas nuevas, pero es muy escaso lo que hay disponible hoy para ofrecer". Incluso el entrevistado habló de "colapso" en el tema alquiler en la actualidad. Es que con la pandemia se pararon las construcciones nuevas, y estudiantes que alquilaban en Rafaela se volvieron a sus lugares de origen. En este 2022, con una normalidad a pleno, volvieron a la ciudad tres generaciones de estudiantes (dos de la pandemia y una ingresante) con la particularidad de que no se llegaron a terminar las construcciones nuevas que se estaban ejecutando. Esto es lo que generó un "colapso de lo que son las unidades. Sumado eso a la gran inflación que hay en la construcción, la falta de crédito y demás variables económicas, hace que sea una pelota muy grande que influye en la falta de viviendas". "Si tuviésemos 50 unidades más cada inmobiliaria se alquilarían todas", aseguró Gutiérrez para ejemplificar el desfasaje que existe entre la oferta y la demanda.
Respecto a la Ley de Alquileres actual, Gutiérrez indicó que el problema de la misma es el contexto inflacionario del país. "Si habría una inflación de un dígito, no estaríamos hablando de todos los problemas que acarrea una Ley de Alquileres. Nosotros lo que objetamos es que el plazo de 3 años para los contratos es muy largo, que la actualización del precio es muy larga - antes se venía haciendo cada 6 meses-. Hoy al no poder actualizar cada 6 meses la incertidumbre es mucho mayor y los precios se fueron para arriba", explicó. Respecto a las casas que hay en venta en la ciudad y que no pasan al mercado del alquiler, lo que aliviaría el panorama actual, el entrevistado explicó que "lo que más frena volcar esas casas al mercado del alquiler es la inseguridad que tienen los propietarios ante lo que está pasando con la Ley de Alquileres. Existe inseguridad jurídica, inseguridad de precios, falta de previsión de acá a 12 meses. Las reparaciones son muy costosas, por lo que prefieren no ponerlas en alquiler y que sigan a la venta".
Por otro lado al referirse Gutiérrez al tema ventas, indicó que se reactivó en los últimos meses a partir del incremento del dólar. "Siempre el ladrillo y la tierra fueron rentables y un buen capital para resguardarse", comentó. Agregando que en la actualidad se consiguen viviendas a partir de los 10 o 12 millones de pesos y terrenos en localidades cercanas a 12 o 15 mil dólares. En cuanto a la financiación, expresó que "no existe", salvo algunos casos en los que se dan varias cuotas en dólares.
Pedido de una ordenanza
Finalmente, el Vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria hizo mención a un pedido que existe para que en Rafaela haya una ordenanza municipal que regule el corretaje inmobiliario, que obligue a "que cada inmobiliaria que abra sus puertas en la ciudad tenga un corredor matriculado". "Esto nos permitiría directamente desde el Colegio controlar la actividad del matriculado y ante cualquier falta, como puede ser la mala redacción de los contratos, inclumpimiento a la ley, de los honorarios o una mala función, actuar sobre el matriculado. "El 90 por ciento de los incumplimientos legales se da con personas que no están matriculadas, donde el Colegio no tiene la facultad para poder actuar. Por eso necesitamos que la municipalidad nos ayude a sancionar una ordenanza para que cada vez que alguien quiera habilitar una inmobiliaria se consulte al Colegio para ver si está matriculado, que le pidan el título de corredor inmobiliario y así el colegio certifique todo el accionar de ese matriculado", expresó Gutiérrez. Quien recordó que hace dos años se hicieron allanamientos en la ciudad donde se detectaron inmobiliarias que operaban de manera ilegal. Actuándose en consecuencia desde el Departamento de Fiscalización del Colegio de Corredores Inmobiliarios, clausurándose locales y siguiendo todo por el momento su curso legal. La ordenanza que pide la Cámara "ayudaría para que nadie que no esté capacitado pueda realizar una operación inmobiliaria", sentenció Gutiérrez.