Un árbol que desde hace mucho tiempo debió ser retirado de la vía pública por el estado que presentaba, en pleno centro de la ciudad, se desplomó cerca de las 15.30 de este lunes, en Ituzaingó a pocos metros de la esquina con Bv. Roca.
El añoso ejemplar se encontraba totalmente seco. La lluvia contribuyó a aflojar la escasa cantidad de tierra que lo rodeaba, en una cazuela muy estrecha, y todo ese combo de circunstancias hizo que el árbol se desplomara desde la raíz, pese a que a la hora en que se produjo el incidente casi no había viento y llovía muy poco.
La fortuna quiso que nadie pasara por ese lugar. Ituzaingó, a una cuadra de la plaza 25 de Mayo, es la primera intersección importante de Bv. Roca, uno de los bulevares fundacionales de la ciudad. El árbol caído estaba emplazado en la vereda del Tostado Café, inaugurado recientemente, y a pocos metros del Registro Civil, frente a la farmacia Ingaramo. Son sitios muy concurridos, y ni contar la cantidad de motos y autos que pasan por allí y se detienen para cruzar Bv. Roca en un día de actividad normal. Hoy, por ser feriado, no había prácticamente nadie en la zona.
La peor parte se la llevó una camioneta Chevrolet S 10 que fue estacionada por su conductor en la acera de enfrente. El hombre se bajó de la camioneta y cuando se había retirado unos pocos pasos sintió el árbol desplomarse sobre la calle. Algunas ramas golpearon a la camioneta, pero el árbol estaba tan seco que prácticamente se desmenuzó en decenas de ramas más chicas que quedaron esparcidas sobre el techo de la camioneta, la caja de la misma y la acera contraria, mientras que el grueso del tronco quedó sobre la calle. El tránsito debió ser interrumpido y los vehículos que circulan por Ituzaingó deben desviar tomando Rivadavia.
El tema plantea una vez más la necesidad de revisar las condiciones del arbolado público en la ciudad. Un ejemplar como éste que se desplomó pudo haber ocasionado una tragedia y ciertamente no hace dos meses que está seco: hace por lo menos un par de años que debió haber sido retirado, por el peligro que implicaba su presencia. Y así hay muchos ejemplares que, por distintas razones -sea porque están secos o porque tienen cazuelas muy estrechas que los "ahogan"- hoy por día debería estar recibiendo una atención especial para evitar desgracias personales y daños materiales.