Una vecina de nuestra ciudad nos escribe relatando lo sucedido en Barrio Pizzurno, en un intento de robo a tres viviendas de ese sector, compartimos con ustedes el relato, casi sin modificaciones por respeto a quien lo hizo, solo relatando lo sucedido, a pesar de la impotencia, evitando las agresiones y haciendo un llamado a la reflexión sobre todo de aquellos que son los responsables, en primer lugar de impartir los valores que nos permitan continuar viviendo en una sociedad que pueda ser vivida, en este caso los padres y por otra parte a aquellos de quienes depende encontrar las respuestas a los problemas que la inseguridad viene ocasionando, en este caso, en nuestra ciudad.
Aquí el relato: Ayer viernes 7, cerca de las 4 AM. Entraron a robar a 3 casas (no paso a mayores dentro de las viviendas no ingresaron) tres chicos de 16 años. Uno de ellos fue quien robo en el quiosco Fader a mano armada. Gracias a un agente de la GUR que los escuchó, se pudo reducirlos y esperar la llegada de la policía. Los menores sentían más miedo de los vecinos que de la policía. La madre de uno de los ladrones, trabaja en un supermercado de Rafaela, y a la mañana siguiente mientras los vecinos y víctimas iban a trabajar sin dormir o tuvieron que ir a declarar y retirar sus pertenencias a la comisaria primera, la señora publicaba una foto en Facebook de su hijo durmiendo donde decía "después de acompañarte en una larga noche ahora el descansa y yo lo amo".... fue en la calle San Lorenzo llegando a esquina Actis. Uno de los menores manifestó ir a la escuela. Cualquier información extra que necesiten les paso el dato de una de las víctimas.... que su hija de tres años hoy se hizo pis en el jardín, no quiere caminar en la casa x la oscuridad y le pide la mama que cierre las puertas (y prácticamente no fue nada!!!) La impunidad de los ladrones era tal que tenían puestas las camperas robadas a los vecinos y seguían diciendo que no robaron, ni hicieron nada. Los delincuentes deben haber dormido tranquilos en sus casas, total en pocas horas ellos siguen libres y nosotros trabajamos. Saludos y gracias!
NOTA DE REDACCION
En la tarde del viernes publicábamos otro robo en que participaron dos menores de 12 y 13 años, y allí decíamos CUANDO LA INSEGURIDAD DUELE, y nunca tan oportuno el comentario del cronista Julio Armando.
De más está decir que en nuestro ánimo no está demonizar a los menores que delinquen sino a tratar de que definitivamente se tomen cartas en el asunto y alguien comience a trabajar seriamente en esta sociedad que nos toca vivir para poder encauzarla.
¡Acaso podemos resignarnos y decir que los menores de 12, 13, 16 años, que delinquen ya están perdidos? Nos resistimos a que sea así, son hijos de nuestra ciudad, aunque algunos digan que han venido de otros lados. Son rafaelinos que recién están comenzando a vivir y que han perdido el rumbo, con infancias complejas en la que, nadie tal vez, los visualizó como seres humanos o los hizo sentir que eran importantes, con padres ausentes, violentos, tal vez desde hace años atravesados por el flagelo de la droga, que cada vez se queda con más vidas de niños y jóvenes.
Es necesario hacer un parate y comenzar a buscar soluciones de fondo, entre todos y dejar de ver de quien es responsabilidad de la seguridad: si del estado local, provincial o nacional. Los gobernantes debieran darse cuenta que la conflictividad en la que vivimos tiene intereses que van mucho más allá de estos pequeños delincuentes que muchos demonizan o utilizan como chivos expiatorios para desgarrarse las vestiduras, sumado a los aportes extras con que algunos grupos de poder, disfrazados de corderos, que contribuyen a generalizar estos conflictos, intencionalmente de más está decirlo. El estado en su totalidad es responsable del bienestar de la sociedad y sería tiempo de que dejen de lado las banderías, demuestren un real crecimiento político y se pongan a trabajar en pos del bien del común que todos anhelamos.
Recién allí, cuando desde todos los estamentos sociales comencemos a tratar de comprender que nadie es mala persona por naturaleza, y menos cuando se tienen 12 o 15 años, y que aquellos que lo son tal vez nunca tuvieron la oportunidad de una construcción diferente, estaremos en condiciones de comenzar a vislumbrar algún cambio.
Sinceramente HOY LA INSEGURIDAD NOS DUELE.
