En diciembre del 2021 se anunciaba el proyecto ganador del concurso de ideas “Rehabilitación y Puesta en Valor de los Ex ‘Grandes Almacenes Ripamonti" organizado por el Colegio de Arquitectos de Rafaela. Una ambiciosa obra en la que el gobierno municipal con aportes de la Provincia busca revalorizar uno de los lugares más emblemáticos de la historia de Rafaela que hoy se encuentra en ruinas. Los autores del proyecto ganador fueron los arquitectos Carlos Di Napoli y Martín González de Santa Fe.
Desde el Colegio de Arquitectos de Rafaela manifestaron su inquietud debido a que no recibieron más llamados informando sobre los avances de lo que sería la obra. Desde el principio la posición de las autoridades del Colegio de Arquitectos fue apoyar el proyecto de recuperación de la Recova Ripamonti, siempre y cuando la obra se concrete, algo que entienden por el momento no parecería cercano. El Colegio tiene claro que es el promotor del concurso, mientras que la municipalidad es quien decide la ejecución de la obra, no obstante, asume la responsabilidad institucional en este tema, porque fue quien organizó el concurso de Ideas, avaló la selección de los trabajos presentados, tomó el compromiso con los arquitectos que participaron, y en especial con los que ganaron el concurso. Estos últimos, más allá de ganar el premio - como cualquier arquitecto- la ilusión que tienen es ver plasmado su proyecto en la realidad, siendo ésta la verdadera motivación para participar del concurso. Por otra parte, el Colegio siente una responsabilidad social con el tema de la Recova, ya que como institución que pertenece a Rafaela, quiere ver recuperado dicho lugar, como la mayoría de los rafaelinos. Lo que saben desde la institución por el momento, es que se estaba armando con equipos provinciales el proyecto ejecutivo, y no mucho más. Si esto es así, todavía falta que se presente dicho proyecto, que se llame a licitación y luego recién podría empezar la obra. Por lo que estiman que todavía podría pasar mucho tiempo para ver un ladrillo nuevo colocado en la Recova.
El proyecto
La organización espacial y formal del edificio propone un trato amable con los ciudadanos y usuarios ocasionales, afirmando la voluntad de promover y propiciar la vida comunitaria, el encuentro entre vecinos y la posibilidad de realizar actividades culturales y económicas como factores de cohesión social. El espacio central vacío, en torno del cual se desarrollan las distintas funciones, se propone como una plaza pública contenida, al modo de aquellas pequeñas plazas secas de los cascos históricos medievales italianos, surgidas de los espacios remanentes entre edificaciones y que daban lugar al mercado, a las ferias, a los espectáculos populares, en definitiva, a la reunión de sus habitantes.
Esa pequeña plaza frente a la gran plaza central de la ciudad se convertirá en un espacio convocante, un entorno calificado que llamará a los paseantes a congregarse para disfrutar de propuestas gastronómicas, recorrer locales comerciales, acudir a la biblioteca (ubicada en un lugar central y prominente), utilizar los distintos servicios educativos o asistir a conferencias, conciertos u obras de teatro, tanto en el auditorio como en la misma plaza. Para estas funciones, el espacio central abierto cuenta con un sistema de cubiertas ligeras y desplegables para operar según las condiciones lo requieran, así como la escalinata que conduce a la planta alta puede también utilizarse como gradería según se dispongan las actividades o los espectáculos o bien, simplemente, como informal lugar de asiento. Entre otros usos que propicia el lugar, obviamente está contemplada la ocupación por el sector gastronómico que podrá ubicar mesas al aire libre y, de darse la posibilidad en el futuro, realizar una vinculación con la parte posterior de la casa museo a través de un pasaje practicado al efecto. Este conjunto de situaciones será el marco propicio para asegurar una múltiple y activa vida urbana a escala humana que, en su propuesta variada y a la vez controlada, resultará un agente dinamizador de la vida social, cultural y económica de la comunidad.
En los aspectos técnicos y constructivos la obra se propone en gran medida como una operación reversible, mediante materiales de bajo impacto ecológico posibles de desmontar en el futuro sin mayores intervenciones. En su mayor parte se trata de obra en seco (estructuras y carpinterías metálicas, paneles de madera, etc. es decir, materiales livianos que pueden prepararse a pie de obra o en talleres y montarse en secuencia programada, con bajo costo de mantenimiento. La misma estructura de obra nueva será a su vez refuerzo estructural de las fachadas existentes actuando como contrafuerte, en tanto que los tramos de muros antiguos a conservar serán tratados con sus texturas de ladrillo aparente. Por otra parte, entre los criterios de sustentabilidad corresponde considerar que la propuesta de organizar las funciones en torno de la plaza central proveerá una adecuada iluminación y ventilación de los locales al actuar como un conducto de renovación del aire, pudiendo controlarse a su vez la radiación solar mediante la cubierta plegable, todo lo que redundará en un menor consumo energético y, en consecuencia, un menor costo de funcionamiento.
En síntesis, este edificio / plaza tendrá una rica vida propia integrada a la ciudad, con la que recuperará el diálogo interrumpido para iniciar así un nuevo ciclo histórico, reconociendo sus orígenes y apostando al futuro.