El juez penal de Cámara Hugo Degiovanni, estuvo en el programa televisivo “Entre Nosotros” (miércoles a las 22 horas por Cablevisión) refiriéndose al tema que más preocupa por estos días a los rafaelinos: la inseguridad. En relación a la última marcha que se realizó en la ciudad sobre esta problemática, puso en valor que esto suceda en una sociedad democrática, pero aclaró que no es la solución. “Si a un alumno que estudia criminología en primer año un profesor le pregunta cuál es la causa del delito, y el alumno le dice que son los jueces o la policía, el profesor le pide que se retire por decir eso. Pensar que (la causa) es lo que se utiliza para contener un problema, que es anterior a estos agentes a los que se les reclama, es atar el caballo atrás de carro; lo dice la ciencia de la criminología. El problema del delito tiene que ver con cuestiones políticas. No es casual que el número de delitos haya aumentado en forma geométrica, de la misma manera que lo hizo la actividad de prevención. ¿Debemos pensar que todos los policías, fiscales, jueces son malos y que antes eran buenos? Evidentemente hay un problema anterior”, indicó Degiovanni. Y agregó: “Pensar que el problema de inseguridad se soluciona a través de las leyes, es una cosa casi irrisoria. Si el problema es de leyes copiemos las leyes de los países más seguros del mundo, como de Noruega y Suecia, las instalamos acá y se terminó el problema, y quizás gastamos menos. Porque vamos a necesitar menos cárceles, porque allá la libertad es una regla, no una excepción como es acá donde todos bregan porque la gente esté presa. Es como si para solucionar el problema de salubridad en Haití alcanzaría con copiar el código de Bromatología de Suecia. El problema no son las leyes, el problema es cultural”. El juez colocó como ejemplo “cuando Alberdi le entregó el proyecto de Constitución Nacional a Urquiza en el año 1852 basado en la recopilación de principios de la Constitución norteamericana diciéndole ‘esto es lo mejor que pude hacer, ahora no piense que la paz radica en ello. La paz va con la manera de ser del pueblo, con la cultura, con la manera de relacionarse uno con otro, con poblar, etc’. Lo que le estaba diciendo que 30 años de ostracismo de Rosas que estuvo sin organizar el país, no se podía cambiar en un día. Yo creo que sin imputar a un gobierno o a otro, porque a nivel nacional han gobernado de diferentes colores políticos, hubo una política de estado que se tendría que replantear, porque eso es el génesis Una norma si bien no va a cambiar la voluntad de la gente, cuando surge de una voluntad consensuada si hace mella”.
La libertad es la regla
El Dr. Degiovanni explicó que “desde la Constitución del 94 asumimos pactos internacionales que tienen la misma jerarquía que cualquier disposición de la Constitución. De acuerdo a esos pactos sobre derechos humanos, el sistema de la prisión preventiva efectiva, es un sistema puramente de excepción, pero no solamente en nuestra legislación, en la legislación de todos los países asignatarios de los pactos. El sistema de libertad hasta que no haya sentencia firme y se los condene, es la regla. Ese delincuente que mientras está en libertad delinque, hoy no se lo puede tener preso, porque se tiene que aplicar la ley. Si comete un robo simple esa persona tiene que estar libre, si comete un segundo robo también tendría que estar libre porque son delitos excarcelables que tiene una pena de 1 año a 6. Pero no es el tema que esté afuera; en Estados Unidos, en la mayoría de los estados el homicidio es excarcelable hasta que salga la sentencia condenatoria. Lo que falla acá (en Argentina) es una parte de la libertad provisional, que es el control de la persona que está en libertad y que está sometida a juicio. Ese control no depende de la justicia. Además el derecho como la justicia actúan sobre las consecuencias del delito, no sobre las causas. La política criminal preventiva no la ejercemos nosotros sino el poder administrador, el poder político a través de sus órganos.
En relación a los menores, el juez señaló que "hay una estigmatización de los mismos ya que ocupan menos de un 1 por ciento a nivel nacional en la participación delictiva y dentro de ese porcentaje, un 4 por ciento en homicidios".