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Judiciales

Arranca en noviembre el juicio por la muerte de Gonzalo Glaría

En el banquillo de los acusados están dos jóvenes que llegarán a debate imputados por homicidio en ocasión de robo, una calificación jurídica que fue puesta en crisis a lo largo de la causa que se inició el 31 de diciembre del 2019 tras una persecución civil con desenlace fatal.

Matías Perea y Cristian Milessi, los dos imputados que tiene la causa que investigó la muerte de Gonzalo Glaría en Rafaela, ocurrida en 2019, comenzarán a ser juzgados en noviembre próximo en los tribunales de la ciudad cabecera del departamento Castellanos.

 

 

 

El debate será ante un tribunal conformado por los jueces Cristina Fortunato, José Luis Estévez (de Tostado) y el conjuez Sergio Andrés Beceyro, quienes deberán analizar las pruebas que expondrá el fiscal de la causa, Martin Castellano y la defensa de ambos acusados, a cargo de dos abogados del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal. 

El juicio tiene previsto arrancar el 23 de noviembre con la etapa probatoria, mientras que el 28 del mismo mes las partes harán sus pedidos en los alegatos de clausura. Finalmente, el 30, los jueces darán a conocer su veredicto.Tanto Perea como Milessi llegarán al estrado judicial de Sarmiento 195 en estado de libertad e imputados por “homicidio en ocasión de robo” en una causa que supo estar a cargo de tres fiscales: Ángela Capitanio, que actuó por turno en su momento; Guillermo Loyola que impulsó la causa en la mayor parte del proceso; y Martin Castellano que presentó la acusación para que el expediente (o legajo) llegue a juicio y el cual anticipó un pedido de pena de 16 años de prisión.

 

 

 

 

 

El caso remonta el 31 de diciembre del 2019 cuando Perea y Milessi asaltaron a dos jóvenes en el Parque de los Eucaliptus a los que engañaron con la venta de un teléfono celular. Tras desapoderarlos de 4 mil pesos ambos ladrones huyeron del parque a bordo de una motocicleta, mientras que las víctimas pidieron auxilio a Gonzalo Glaría que se encontraba por la zona.

El muchacho de 26 años, que estaba a bordo de una motocicleta Yamaha tipo enduro, persiguió a Perea y Milessi por avenida Roque Saenz Peña, después por calle Triunvirato, y al pasar General Paz se puso a la par de la moto en la que iban los motochorros. Sin embargo, ante las maniobras disuasivas que hicieron ambos los ladrones, Glaría perdió el control e impactó contra un auto Ford Fiesta que se encontraba estacionado sobre la vereda.

Producto del siniestro, el motociclista sufrió lesiones en varias partes de su cuerpo por lo que terminó tendido en la cinta asfáltica. Segundos después, Perea volvió al lugar, se bajó de la moto, insultó a Glaría y le golpeó la cabeza con una patada. Luego huyó del lugar.

Glaría falleció horas después en el hospital de la ciudad de Rafaela y a causa de su fallecimiento se inició una causa judicial que destapó un fuerte clamor popular en la “perla del oeste”, ya que surgieron múltiples marchas que exigieron mayor seguridad en las calles rafaelinas.

Por la causa fueron detenidos Perea y Milessi en distintos procedimientos que fueron ejecutados en ese entonces por la Expolicía de Investigaciones (PDI) de Rafaela. Ambos fueron imputados por la fiscal Capitanio que les atribuyó la coautoría del delito de homicidio en ocasión de robo.

Sin embargo, la imputación y el pedido de medida cautelar tuvieron un revés judicial días después cuando el juez Osvaldo Carlos dispuso la libertad de Perea y Milessi al descartar que el homicidio fue en “ocasión de robo”. De hecho, el magistrado de primera instancia argumentó que la Fiscalía tuvo una “contradicción” al momento de atribuir los cargos, ya que, según su criterio, no existió un “homicidio en ocasión de robo” porque la actitud criminal concluyó cuando Perea y Milessi huyeron del parque de Los Eucaliptos, en donde concretaron el robo.

“La Fiscalía prolonga el momento ejecutivo del delito hasta el desenlace, materializado por la caída del joven Glaria, cuando de su propio relato surge que Perea fue quien se llevó el botín del robo consigo, no siendo perseguido por nadie y adquiriendo plena disponibilidad sobre el mismo”, supo sostener el juez en su fallo.

“Él (por Glaría) asumió el riesgo y tuvo un desafortunado final, inescindiblemente atado a la magnitud del riesgo y de su propio quehacer, pero que en modo alguno empaña, sino que más bien resalta una figura que lo coloca por encima del común en situaciones similares”, agregó Carlos sobre el rol de la víctima fatal en la secuencia.

La resolución fue apelada y en junio del 2020 el juez camarista Cristian Fiz revocó el fallo de Osvaldo Carlos y ordenó el encarcelamiento de Perea y Milessi tras entender que “la probabilidad de autoría de los hechos por parte de los imputados estaba acreditada”.

Según el magistrado alzada fue erróneo determinar que la ocasión de robo se terminó cuando los imputados huyeron del parque en donde ocurrió el robo porque consideró que “engañaron a los hermanos (las víctimas) para encontrarse en un determinado lugar”, continuó luego al “despojar de sus efectos a los mismo previo golpear y amenazar a ambos”, y se “prolongó” cuando se dieron a la fuga en procura de lograr su objetivo.

“Debe quedar claro que el hecho del robo recién se terminó de consumar cuando luego de la caída de Glaría y previo a que uno de ellos le lanzara una patada en el piso, los mismos se dieron a la fuga entrando efectivamente en posesión y disponibilidad de lo sustraído sin que pudiera lograr ser evitado por nadie”, señaló el camarista en su resolución.

En tanto, y sobre por qué los dos imputados deberán quedar en prisión, Fiz señaló en su momento que al cambiarse la calificación e imponer la de “homicidio en ocasión de robo”, la pena se agrava y tal situación puede causar la posible fuga o el entorpecimiento probatorio por arte de los acusados.

Tanto Milessi como Perea permanecieron detenidos hasta diciembre del 2021, cuando a pocos días de suceder un nuevo aniversario del caso, el juez Juan Peralta resolvió excarcelar a los imputados tras considerar que no existían elementos que acreditaran un posible entorpecimiento de la causa, ya que la acusación del caso había sido presentada unos meses antes por el fiscal. En efecto, el magistrado resolvió que los acusados esperen el juicio fuera de la prisión.

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