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Mons. Pedro Torres: "A los rafaelinos ya los quería desde antes"

Así lo expresó quién a partir del martes 20 será el nuevo obispo de la Diócesis de Rafaela. Además, dialogamos con Mons. Luis Fernández recientemente jubilado por haber alcanzado los 75 años de edad.

El pasado 11 de noviembre, luego de aceptar la renuncia de Monseñor Luis Fernández por haber llegado al límite de edad que indica el derecho canónico, el Papa Francisco designó al arzobispo auxiliar de Córdoba, Pedro Torres, como nuevo obispo de la diócesis de Rafaela. Desde este medio, tuvimos la oportunidad de dialogar con ambos obispos.

Datos biográficos de Pedro Javier Torres Aliaga:

Nació en Córdoba, el 31 de diciembre de 1960 y fue ordenado sacerdote el 6 de diciembre de 1984, por el entonces arzobispo de Córdoba, monseñor Raúl Francisco Primatesta.

El 16 de noviembre de 2013 el papa Francisco lo eligió obispo titular de Castello di Numidia y auxiliar de Córdoba; recibió la ordenación episcopal el 27 de diciembre de 2013 en la catedral de Córdoba, Nuestra Señora de la Asunción, por monseñor Carlos José Ñánez, arzobispo de Córdoba; y los obispos coconsagrantes: monseñor José Ángel Rovai, obispo emérito de Villa María y monseñor Pedro Olmedo Rivero CMF, obispo prelado de Humahuaca.

Es licenciado en Teología moral por la Academia Alfonsiana de Roma (Italia).

En la Conferencia Episcopal es presidente de la comisión de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo y con otras Religiones; miembro del Consejo de Asuntos Económicos y suplente del delegado para la Región pastoral Centro.

La diócesis de Rafaela:

Creada el 10 de abril de 1961, con la bula "Cum venerábilis", de Juan XXIII. Comprende, en la provincia de Santa Fe, los departamentos de Castellanos, Nueve de Julio y San Cristóbal, con una superficie de 38.320 kilómetros cuadrados y una población de 323.000 habitantes de los cuales se estima que el 85% son católicos.

Su primer obispo fue Mons. Vicente Faustino Zazpe (1961-1968).

Lo sucedió Mons. Antonio Alfredo Brasca (1969-1976). Falleció el 26 de junio de 1976. Al día siguiente de su muerte, el 27 de junio de 1976, Pablo VI designó administrador apostólico de Rafaela a Mons. Vicente Zazpe, quien reteniendo el cargo de arzobispo de Santa Fe gobernó nuevamente la que había sido su primera diócesis hasta el 19 de marzo de 1977.

Tercer obispo fue Mons. Alcides Jorge Pedro Casaretto (1977-1983).

Cuarto obispo fue Mons. Héctor Gabino Romero (1984-1999). Falleció el 23 de mayo de 1999.

Quinto obispo de Rafaela fue Mons. Carlos María Franzini (2000-2012). Falleció el 8 de diciembre de 2017.

El sexto diocesano fue Mons. Luis Alberto Fernández (2013-2022), ahora emérito.

Mons. Pedro Javier Torres, será el séptimo obispo de la diócesis de Rafaela.

Según el Anuario Pontificio 2022, la diócesis de Rafaela cuenta con 43 sacerdotes diocesanos, 31 parroquias; 13 diáconos permanentes, 6 seminaristas mayores, 27 religiosas y 38 centros educativos de la Iglesia.

Sus santos patronos son Nuestra Señora de Guadalupe (12 de diciembre) y San José Obrero (1 de mayo), y la catedral está dedicada a San Rafael Arcángel.

 

 

 

 

 

 

 

"Deseo vivir desde lo más sencillo el encuentro con la gente nuestra búsqueda de ser fieles a Jesús. Lo que quiero, es ser discípulo y misionero, quiero ser un mediador de Dios y los hombres en las cosas de Dios y quiero acompañar este crecimiento en la fe, que es uno de los primeros objetivos de la Asamblea Diocesana". Expresó Mons. Pedro Torres.

Renuncia de Monseñor Luis Fernández:

"La renuncia la presenté unos meses antes de cumplir los 75 años (26 de noviembre del 2021) que es lo que solemos hacer todos los obispos cuando llegamos a esa edad, se presenta en nunciatura y el Papa la evalúa, la acepta, y es ahí donde me piden que esté al frente de la diócesis hasta nombramiento del nuevo obispo. La renuncia fue aceptada por el papa en noviembre de este año". Explicó Mons. Luis Fernández.

"El Papa quiere que usted sea obispo de Rafaela, ¿Acepta?":

"No me lo imaginaba que iba a ser designado obispo de la diócesis de Rafaela, uno piensa que van a nombrar un obispo de la región. Recibí la noticia por teléfono, cosa que me sorprendió más todavía, fue un lunes tempranito, yo llamé al nuncio por otros temas y me dice ‘menos mal que me llamó porque tengo algo importante que preguntarle, el Papa quiere que sea obispo de Rafaela, ¿Acepta?'

"Fue un momento fuerte porque uno recuerda el Sí de María, que es un Sí que en un instante cambió la vida, porque era un cambio de rumbo de todo lo que venía haciendo.Y al mismo tiempo es un paso de Dios que muestra su amor que de alguna manera dice ‘te necesito en tal lado’. San Pablo dice: Jesús se fió de mí. A mí me asombra muchas veces encontrar gente de fe, pero también me asombra descubrir que Dios tiene fe en el hombre, tiene fe en nosotros. Dios no llama a los capaces, sino que nos va capacitando para poder hacer la obra que El quiera". Manifestó quien será el séptimo obispo de la diócesis.

 

 

 

 

 

 

¿Cómo recibió la noticia de que el Papa aceptaba su renuncia?

"Me siento contento, feliz, pero a la vez dolorido porque te desgarras de algo que amaste, cuando te dan una diócesis, es tu esposa, es algo de lo que no te podés separar nunca más. Estoy muy agradecido a Dios de esta vida nueva de la Iglesia, donde se renueva". Expresó Mons. Fernández.

Tengo que amarlos como los ama Jesús:

"Visité Rafaela por primera vez en el año 78, también Sunchales, Humberto 1º, Moisés Ville. Conozco a muchos rafaelinos y me he sentido siempre muy chercano a ellos, por eso digo que los quería desde antes. Ahora tengo que conocerlos y amarlos todavía más, amarlos como pastor, obispo, vicario de Jesús, como los ama Jesús, ese es el gran desafío". Mons. Torres.

 

 

 

 

 

"La vida es luces pero también sombras"

"La vida es luces pero también sombras, lo mismo la Iglesia, fueron mucho mas las luces, pero uno no puede dejar de lado que ha pasado momentos duros, porque sino no huubiera sido una vida real, con sus cruces y pruebas. Los mayores dolores fueron los del COVID, en cuanto a la soledad, el aislamiento, nunca habíamos tenido una experiencia de templos cerrados (...) Hubo también otras crisis, como por ejemplo la denuncia de un colegio, pero gracias a Dios la Diócesis se ha mantenido con mucha disponibilidad a los distintos poderes del Estado, se acató con buena voluntad lo que disponían los jueces, lo que requerían los fiscales y en ese caminar juntos, se resuelven las crisis, no cuando nos enfrentamos, nos dividimos". Mons. Fernández.

 

 

 

 

"Me llevo muchísimos recuerdos"

"Lo que me queda mas marcado es el haber podido recorrer mucho, llegar a la gente, haber podido trabajar con muchas asociaciones, el trabajo del laicado, de los colegios, de los jóvenes". Aveces uno se siente cansado, pero contento".

El miércoles 21 Monseñor Luis regresá a la Diócesis de Lomas de Zamor, la diócesis donde nació y donde trabajó durante 40 años como sacerdote, "me voy a una parroquia que esté sin curas, a una parroquia acomodada a mi edad, a ser abuelo, para dar sabiduría, lo que Dios quiera y hasta donde Dios quiera". Manifestó entre risas el sexto obispo de Rafaela.

"Que nada nos haga perder la alegría y la paz"

"Preparémonos para la Navidad, que nada nos haga perder la alegría y la paz, el primer anuncio de la Navidad lo hicieron los ángeles en el cielo, 'Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres que ama el Señor', Sino tenemos paz, recibamos esa paz que colma el corazón, San Pablo invitaba a la alegría aún en medio de las pruebas, que nada nos haga perder la paz y la alegría que se conviertan en esperanza y a Luis un gracias inmenso por tantos gestos de amor, siento que la vida me vincula a él para cuidarlo, como hermano y padre". Concluyó Mons. Pedro Torres

 

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